Olga Moreno ha hablado por fin sobre cómo vivió el despido de Antonio David Flores tras la emisión del primer capítulo de la docuserie de Carrasco. La mujer de excolaborador de Sálvame ha confesado lo "injusto" que le pareció "lo que hicieron con él": "Lo peor de todo es cómo ha salido (de Mediaset). Lo veo tan injusto... No se lo merece sabiendo la verdad, pero ahí está", dijo Olga durante la gala de Supervivientes de este jueves.
En una charla íntima con su compañero Carlos Alba, la concursante se mostró muy disgustada por la imagen que se ha querido dar de su marido, con el que lleva más de 20 años de relación: "Te va a encantar porque es un pedazo de tío", aseguró. "Aunque parezca prepotente es un cachito de pan".
Olga también habló sobre los colaboradores de Sálvame, especialmente sobre aquellos que han defendido a Antonio David: "Kiko Matamoros es maravilloso, lo veo tan legal... Igual que Belén Esteban, ella me transmite buen rollo, me da buenas vibraciones y ha estado mucho con los niños y con Rocío, y eso me gana".
Hay que recordar que Olga Moreno viajó a Honduras apenas unos días después de explotar toda la polémica de Rocío Carrasco, por lo que está ajena a ciertos temas que han narrado durante los últimos capítulos. No obstante, ella siempre ha mostrado su amor y cariño hacía Rocío Y Antonio David Flores, los principales damnificados del documental: "Rocío es maravillosa, tiene un corazón... Piensa más en los demás que en ella misma. Ella lo que quiere es que su familia esté junta, mi hija Lola ha salido igual. Son súper parecidas sin ser de la misma madre. Y mi marido, tengo muchas ganas de abrazarle, no sabes cuánto".
Olga se emocionó especialmente al hablar sobre David, el hijo pequeño de Rocío Carrasco: "Los amo con locura, y ellos lo saben. Y ellos me aman a mí. Mi David, si tiene que elegir de todo el mundo, se viene conmigo. Él me lo dice, que él sin mí no puede estar. Me costó mucho separarme de ellos".
Estas palabras caerán como un jarro de agua fría para Rocío Carrasco, que lleva casi 9 años sin tener relación con sus dos hijos debido al "calvario" que vivió junto a su exmarido y por la supuesta manipulación que ejerce sobre ellos. Rocío Carrasco también ha confesado que siente debilidad hacia el pequeño a pesar de llevar casi una década sin verlo: "Él tenía locura con su madre".