El último episodio de la serie documental de Rocío Carrasco fue especialmente duro para su hija Rocío Flores, que vio cómo su madre exhibía públicamente un duro episodio de su pasado adolescente. Solo dos días después de la emisión, la joven volvió a su puesto de trabajo en El programa de Ana Rosa, donde acude semanalmente para comentar Supervivientes. Allí pidió públicamente a su madre que atendiera las llamadas de sus hijos, que no han perdido la esperanza de recuperar la relación.
Las declaraciones de Rocío Carrasco han expuesto a su hija, puesto que los defensores de su testimonio han cargado cruelmente contra la joven. La presión habría sido tal, que según publica en exclusiva este miércoles la revista Semana, el pasado 30 de abril Rocío Flores sufrió un fuerte ataque de ansiedad poco antes de entrar en directo en el plató de Telecinco.
"Estaba temblando y casi con un ataque de ansiedad. Tal era su estado de agitación y angustia, que la propia Ana Rosa Quintana le recomendó, casi le pidió, que se marchara a casa. Que no la veía en condiciones para salir en antena", escribe la publicación. Sin embargo Rocío prefirió quedarse y, aunque tardó "un rato en tranquilizarse", finalmente pudo trabajar sin que los espectadores se percatasen de lo que había ocurrido momentos antes.
De hecho, Rocío cada vez se siente más cómoda ante las cámaras lo que la ha llevado, según apuntan algunas fuentes, a considerar en firme la posibilidad de dar un paso más y seguir lo pasos de su madre. Los rumores apuntan a que la joven concederá su primera entrevista a Ana Rosa Quintana, con la que se sentiría cómoda y protegida.