Hace unos días Iker Casillas recordó uno de los episodios más complicados de su vida: el fatídico día que sufrió un infarto de miocardio mientras entrenada con el que entonces era su equipo de fútbol, el Oporto CF. La dolencia terminó apartándole por completo de los terrenos de juego y desde entonces, ha tenido que seguir a rajatabla las recomendaciones médicas.
A pesar de sus cuidados, el pasado 28 de abril sufrió un fuerte dolor en el pecho mientras jugaba al pádel con unos amigos. Según publica la revista ¡Hola! en su edición de este miércoles, el deportista reaccionó rápido y se trasladó al Hospital Universitario Quirón de Madrid, situado en Pozuelo de Alarcón. Afortunadamente todo quedó en un susto y horas después Iker volvió a casa completamente recuperado.
Tal y como señala dicha publicación, después de las pruebas de rigor, los médicos descartaron cualquier tipo de problema de gravedad. De ahí que este martes, el exfutbolista retomara su actividad deportiva que aunque moderada, no falta en su día a día. Además, este miércoles ha reaparecido para llevar a sus hijos Martín y Lucas al colegio pero ha evitado dar explicaciones al respecto.
Desde que sufrió el infarto el 1 de mayo de 2019, Iker define esta "nueva etapa de su vida" como "tiempo extra", y lo está aprovechando al máximo para estar junto a sus dos hijos, su familia y su círculo de amigos más íntimos.