Esta noche se emite el octavo capítulo de Rocío, contar la verdad para seguir viva, un episodio en el que Rocío Carrasco afronta la complicada relación con su hija Rocío Flores, relatando la pesadilla que vivió por el maltrato continuado de la joven, que terminó con una brutal paliza en 2012 —cuando Ro tenía 15 años— en el que fue el último día que se vieron.
Rociíto se ha jactado de haber eliminado casi 12 minutos de su relato original, con episodios demasiado duros como para hacerlos públicos y evitando que se señale (todavía más) a la joven. No obstante, la noche está dedicada a esta nueva "verdugo" de la hija de Rocío Jurado.
En el momento más complicado, Rocío Flores saca fuerzas de flaqueza e, intentando continuar con su vida al margen del brutal testimonio de su madre, ha viajado a Madrid para continuar con su férrea defensa de Olga Moreno en Supervivientes.
Sin poder ocultar su abatimiento y confesando que "no sabe" de dónde saca las fuerzas para continuar adelante, Rocío asegura que son sus hermanos Lola y David quienes le están dando la vida en los días más difíciles para ella: "La verdad es que sí, para qué te voy a mentir". Y es que, como la nieta de Rocío Jurado asegura, en estos momentos cuenta con el apoyo tanto de su padre como de sus hermanos pequeños.
Mostrando este nefasto estado de ánimo, la revista Lecturas muestra a la joven literalmente viniéndose abajo en plena calle y junto a su novio. Una dramática imagen que tuvo lugar el día del cumpleaños de su padre mientras caminaba por las calles de Málaga, cuando fue reconocida por unos transeúntes que le mostraron su apoyo.
Reitera que "no tengo nada que decir, lo siento" cuando le preguntan si es cierto que le ha pedido explicaciones a su padre tras enterarse de que había intentado negociar y vender en televisión el episodio violento que vivió con su madre, Rocío demuestra su educación agradeciendo a la prensa "vuestro respeto y por hacerlo lo mejor posible".
Sin querer pronunciarse sobre las brutales confesiones de su madre sobre su relación, y sin poder ocultar su dolor, Rocío responde asegurando que "no tiene nada que decir" cuando le preguntamos si algún día escucharemos su versión.
Por último, la colaboradora de El programa de Ana Rosa asegura que "no tenía ni idea" de que su tía Rosa Benito se había vacunado contra la covid, pero prefiere no manifestarse sobre el apoyo que ésta y Amador Mohedano le han brindado en los últimos días, convirtiéndose en sus grandes defensores públicamente.