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El episodio de la ventana y la factura de teléfono que acabó con el matrimonio de Rociíto y Antonio David Flores

Rocio Carrasco narró dos episodios que desacreditan a su ex, Antonio David Flores, de diferentes maneras.

Rocio Carrasco narró dos episodios que desacreditan a su ex, Antonio David Flores, de diferentes maneras.
La boda en marzo de 1996 | Hola

El matrimonio de Rocío Carrasco y Antonio David Flores quedó tocado de muerte tras dos acontecimientos que tuvieron lugar durante el segundo embarazo de la pareja, un hijo —David, que como Rocío Flores vive con su padre— que esta vez sí fue buscado y querido por ambos.

A diferencia de con la primera hija, su marido "se lo tomó súper bien porque habíamos hablado de un segundo bebé". Pero entonces se descubrió el "feeling" de Antonio David con Sonsoles, una atractiva joven que trabajaba en un local de copas que la pareja visitaba todas las noches de ese verano del 98 en Chipiona. Al preguntarle sobre eso, Antonio David tachaba a su mujer de "loca", pero Rocío le cogió "pavor a que llegase la noche".

Una noche "vi que tardaba, fui a buscarlo y la curiosidad mató al gato: me lo encontré comiéndose la boca con la tía detrás de la barra. Él me ve, estaba de cara a mí, y yo salgo corriendo del bar y llorando, me da un ataque". Embarazada, sintió pinchazos en la barriga por la tensión. "Ese ataque de pánico no me entra porque me esté poniendo los cuernos sino como madre, porque yo estaba embarazada y utilizaba ese embarazo para decirme que estaba loca y que lo que estaba viendo no era real". El ex guardia civil no la quiso llevar a casa y se quedó "con la otra". "Él contaba con que yo no lo diría, pero en ese momento decidí separarme".

Sobre la infidelidad, lo sabía todo el mundo menos ella misma: "Lo sabía el portero de la discoteca, mis primos, mi prima, era vox pópuli, lo sabía todo el pueblo. Había noches que no salía y me quedaba en casa llorando, que a mí gente que pasaba de vuelta me gritaban que era una cierva embarazada. Lo sabía todo el mundo, lo sabía gente de prensa que estaba allí todo el verano. Lo sabía María Patiño y sabe cómo fue ese verano. Si me llega a pillar sin estar embarazada, no entra por la puerta de mi casa".

Rocío narró después un terrorífico episodio de maltrato físico en la casa familiar de los Jurado en Chipiona en el que su marido la sujetó amenazando con tirarla por la ventana cuando le recriminaba ese tema. "La barriga me daba en el borde de la ventana, giré la cabeza como pude y le dije que procurase que cuando llegase abajo me matase. Y él tomó conciencia de lo que estaba haciendo y lo que quería hacer, y me soltó rápidamente.

Antonio David Flores negó ese siniestro episodio en el que supuestamente intentó tirar de una terraza de la casa a su mujer. "Esa reja se pone en el año 2010 y la prueba es esta", se defendió ella en el programa mostrando una declaración firmada del cerrajero que puso esa estructura en la ventana negando su versión.

Entretanto, y siguiendo el testimonio de Rocío, los engaños de su marido con otras mujeres continuaron, y en particular con Sonsoles. Por ejemplo, él seguía viajando continuamente a Andalucía con al excusa del trabajo —en una agencia inmobiliaria—. Pero la protagonista descubrió una factura de teléfono de 263.000 euros en el que se repetía un número de manera constante. "Según veo el número se me empiezan a dormir las manos y mi corazón vuelve a bombear muy fuerte y me acuerdo de que mi prima Rosario era amiga de Sonsoles. La llamo, le pido el teléfono y veo que los números son los del teléfono".

A los cinco meses, veintidós semanas de embarazo, y tras todos estos disgustos, sucedió lo peor: "Pensé que el niño lo iba a perder. Vi sangre en la bañera. Fui al ginecólogo de la hermana de Antonio David, me auscultó y me dijo que había expulsado el tapón mucoso y de momento no parecía que hubiese peligro. Tenía que guardar reposo". El asunto, no obstante, no acabó ahí: "A ese señor que no conocía de nada no podía decirle que no podía guardar el reposo que yo necesitaba, yo tenía pinchazos y sabía que algo no iba bien".

Rocío ya había resuelto por aquel entonces que quería separarse, pero también se sentía obligada a seguir con su marido pese a todo debido a la llegada de su hijo David, que nació con necesidades especiales y al que tuvieron que cambiar muy pronto de hospital. Rocío no quiso ahondar más en ese tema concreto, pero sí mencionó una frase que tiene especialmente grabada y que proviene de su entonces marido: "La niña es mía y el niño salió a mí es una declaración de intenciones en toda regla. Y la niña es suya y el niño, también", dijo entre lágrimas

Finalmente, otra terrorífica declaración de Rocío hace ver cómo se siente por esa cadena de acontecimientos. "Me he cuestionado que si durante ese embarazo reacciono de otra manera o si cuando veo lo que veo me voy y no sigo en esa espiral de horror, a lo mejor hubiera sido diferente".

"A Rocío le han hecho ser responsable de demasiadas cosas de las que no tiene que ser responsable", dijo finalmente de su hija, que vive desde hace años con su padre, el denostado Antonio David Flores. Su hijo es "la ternura personificada", dijo llorando Rocío. "Era ternura y moría con su madre", dijo utilizando el pasado.

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