El desgarrador testimonio que ofreció este domingo Rocío Carrasco en el documental Rocío: contar la verdad para seguir vida en el que narró el supuesto calvario que habría vivido con Antonio David Flores se ha convertido en uno de los temas de debate más controvertido de los últimos años. Una serie documental grabada en secreto con la productora La Fábrica de la Tele (Sálvame y Socialité) y guardada en un cajón a la espera del momento perfecto para su emisión.
Y es que, según ha contado en exclusiva La Razón, las negociaciones para la realización de la serie comenzaron hace un año y han pasado varios meses desde que se grabó. Rocío Carrasco y su marido Fidel Albiac habrían puesto una única condición para la realización del mismo: el despido de Antonio David Flores tras el estreno del primer capitulo de la serie. Ellos, por su parte, retirarían todas las demandas que tienen interpuestas a colaboradores, productoras, directores y demás compañeros de la cadena de Fuencarral.
Belén Esteban, una de las grandes defensoras de Antonio David Flores a lo largo de estos años y cuyo discurso ha cambiado tras la emisión del documental, habría sido una de las grandes beneficiadas ya que Carrasco la demandó el pasado mes de enero por unas declaraciones en las que aseguró que tenía una deuda con la Agencia Tributaria de la Comunidad de Madrid. Otra de las que se libraría de ir a juicio contra la hija de la más grande sería María Patiño.
El citado medio también se atreve a dar la cantidad que habría cobrado Rocío Carrasco por romper su silencio: dos millones de euros. Unas negociaciones que habría liderado Fidel Albiac.
El gabinete de prensa del grupo Mediaset se ha apresurado a desmentir la información publicada por La Razón, asegurando que es falsa, negando así que existiera un pacto con Rocío Carrasco para despedir a su ex marido Antonio David Flores después del estreno de la serie documental.