Si la reina Isabel II no tuviera suficiente con la polémica entrevista que han ofrecido Harry y Meghan en el que acusan a la casa real británica, entre otras cosas, de racistas, ahora la prensa inglesa asegura que la relación entre el príncipe Carlos y su mujer Camila Parker Bowles no atraviesa su mejor momento.
Una fuente cercana a la pareja ha confesado a la revista Star que los duques de Cornualles ya estarían haciendo vida por separado: "A medida que han pasado los años, la chispa se desvaneció (...) Ser marido y mujer no es ni de lejos tan emocionante como lo era la vida a los veinte", asegura. Al parecer, la pandemia y los problemas que rodean a la familia real habrían terminado por mermar su relación: "Las tensiones entre la pareja son muy altas", añade.
Se aventuran a decir que Camila no solo habría echado a su marido del dormitorio sino que, además, lo quiere fuera de su casa. Para ello, habría "movido algunas de sus pertenencias" de Clarence House para refugiarse en su residencia de campo en Gloucestershire, Highgrove House, prefiriendo estar cerca de sus nietos e hijos, fruto de su matrimonio con Andrew Parker Bowles.
Según este medio, Camila considera que su marido se ha convertido en un "verdadero aguafiestas" y ya no es "divertido estar con él porque su atención está en la monarquía y en convertirse en rey". Camila estaría "furiosa" porque nunca será reina y culpa a Carlos "de no enfrentarse a su madre".