Atraviesan uno de sus momentos más dulces como pareja y están a punto de celebrar 6 años de amor y complicidad. Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa han reaparecido en la noche madrileña para disfrutar de una agradable velada con amigos en uno de sus restaurantes favoritos de la capital.
Viviendo una de sus etapas más tranquilas, la pareja ha disminuido notablemente sus apariciones públicas para intentar cumplir con las recomendaciones sanitarias. Tras conocerse la noticia de que su hija Tamara Falcó ha adquirido una nueva casa con la que independizarse y comenzar una nueva vida, la reina de corazones demuestra que su relación con el premio Nobel sigue más fuerte que nunca, sobre todo ahora que contarán con una privacidad absoluta en su propio domicilio.
En cuanto a la polémica que ha surgido en torno al supuesto anillo de compromiso que Tamara lució recientemente, Isabel se muestra rotunda: "Eso ya son invenciones vuestras". Por su parte Mario reconoció que la nueva marquesa de Griñón —con quien tiene una relación de lo más estrecha— está en uno de los mejores momentos de su vida: "Le va muy bien y está muy contenta".
Derrochando muestras de cariño en todo momento, esta vez Isabel ejerció de apoyo para que Mario pudiera caminar con total seguridad hasta el coche que les estaba esperando en la puerta. Confirmando que es una de las mujeres más elegantes de nuestro país, la socialité impactó luciendo un elegante vestido midi en color rojo con manga abullonada y cinturón a juego con el que resaltó su impresionante figura. Como complementos la socialité optó por stilettos en rojo y gabardina beige.