Durante cinco años, entre 2003 y 2008, la serie televisiva Los Serrano fue una de las de mayor éxito de audiencia. En aquella gran familia se produjo un noviazgo protagonizado por los actores Verónica Sánchez y Fran Perea, quienes fuera del rodaje prolongarían aquel amor en la vida real. Curiosamente, cuando aquella "comedia de situación" llegó a su inesperado final, con un suicidio del personaje que incorporó Antonio Resines, también poco después Verónica y Fran se dijeron adiós; ellos dicen quedando como buenos amigos. Y cual ese refrán antiguo de "cada mochuelo a su olivo", ambos se buscaron la vida en otros trabajos del mismo modo que su vida íntima tomó derroteros distintos.
Verónica es un año mayor que Frank. Una sevillana que estudió en Madrid Arte Dramático, en tiempos donde compartía piso con su paisano, el galán Félix Gómez. Con Los Serrano obtuvo una popularidad que no esperaba, al punto de que en la calle la abordaban al tres por dos. Pasados unos años esas demostraciones de curiosidad de la gente fueron desapareciendo y ella continuó su profesión en el cine, donde la nominaron tres veces en los premios Goya. Hizo de mujer de Camarón de la Isla en un biopic sobre el idolatrado cantaor, preparando su papel con los consejos de la viuda de éste, Dolores Montoya.
En los últimos tiempos dominados por el Covid-19, Verónica Sánchez ha rodado otras series, una para Movistar (El embarcadero) y otra con destino a Netflix (Sky rojo) demostrando su solidez como actriz. En su biografía sentimental ha tenido bastantes experiencias, a saber: con el barbado galán Quim Gutiérrez, el director Daniel Sánchez Arévalo, el cámara de Antena 3 Nacho Aldecoa, el actor Daniel Pérez Prada, y desde 2016 junto a otro colega, argentino, de treinta y cinco años (ocho menos que ella), Isaac Guzmán, con quien coincidió en la antes mentada serie de El embarcadero. De nuevo protagonistas en la pequeña pantalla y enamorados en la vida real.
¿Y qué hay sobre Fran Perea? Malagueño de cuarenta y dos años, Francisco Manuel Perea Bilbao, de padre profesor y hermana periodista, abandonó la carrera de Biología para matricularse en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga. Radicado en Madrid, a partir de 2000 intervino en algún capítulo de El comisario, luego en Al salir de clase hasta llegar al "cásting" de Los Serrano, su trampolín para gozar de la popularidad, junto a Verónica Sánchez, simpáticos actores que vivieron su amor juvenil a toda marcha. En esos años Fran desarrolló también su faceta de cantautor, llevando un repertorio de Pau Donés y Míkel Erentxun, entre otros, amén de temas propios. Su actividad artística lo ha llevado a ser productor de su propia compañía teatral, director y empresario, siquiera en círculos reducidos en giras por Andalucía. Aunque también demostró su talento de actor en Madrid y otras capitales nada menos que con Fedra, en el papel de Hipólito y junto a Ana Belén en el personaje protagonista.
En los últimos tiempos Perea ha vivido curiosas experiencias en Finlandia, donde lo recordaban por haberse emitido Los Serrano en ese país, razón por la que fue contratado para protagonizar allí otra, Kosta (The paradise). Aprovechó para actuar en directo como cantante y promover sus discos, el último "Canciones para salvarme", que preparó durante los primeros meses de pandemia. En los Balkanes actuó asimismo con éxito. Para volver siempre a Málaga, donde reside. No parece gustarle demasíado la vida agitada de Madrid.
Con respecto a su vida sentimental, nada más romper con Verónica Sánchez, en 2009 conoció a la guapa actriz cordobesa Luz Valdenebro, con la que convive desde entonces. Ella tiene cuarenta y cinco años (en este caso, ella un año mayor) que interviene actualmente en la serie de la sobremesa de Antena 3 Amar es para siempre con el papel de Cristina Martínez, una de las componentes del despacho de abogados.