¿Qué hacía yo en la trastienda de la tienda de bolsos que le puso Jesulín?, se autopreguntó Belén Esteban el sábado en relación a la carta de María José Campanario. Y, sobre todo, ¿qué hay realmente en su móvil sobre la mujer de Jesulín y él mismo? Esto último fue lo más notorio de una noche, la del sábado, en la que Belén volvió a recobrar el lustre perdido.
"Quiere dar a entender una cosa tan sucia…", dijo Belén Esteban sobre la mujer de Jesulín y su carta, animando la curiosidad y la extrañeza de todos, y que parece tener que ver con la trastienda del local de venta de bolsos que le puso su entonces marido.
Pero he aquí el móvil de Belén, con el que la princesa del pueblo volvió a amenazar el domingo. "Si saco lo que tengo aquí"… dijo, anunciando de paso demandas para todos si se destapa el pastel. "Si quieres sacar mierda mía de hace 20 años, sácala", remató en un nuevo desafío a Campanario, sabedora de que ella tiene las pruebas en su teléfono. "En el móvil tengo algo muy comprometido sobre Jesulín y María José Campanario. Y a lo mejor lo saco".
¿Ese contenido del móvil es presente o pasado?, preguntó Antonio David. "No voy a decir nada", dijo ella, para más adelante deslizar que se refiere a un episodio de "Navidad" y que proviene de su núcleo familiar: su marido, su hija y ella, y por tanto desconocido para todos los allí presentes.
Belén, más tarde, enseñó el móvil a María Patiño y, "como amiga", le pidió que no desvelase nada. Patiño, absorta, siguió pasando páginas. Y guardó silencio cuando acabó, con cara de circunstancias. Patiño, encargada de presentar esa noche, dijo que evidentemente ahí había un problema para Campanario: "Lo que he visto no lo voy a contar jamás. No me imagino que tenías esa capacidad de autocontrol", dijo, después de mencionar cómo Belén había superado ciertos "problemas".
"Ay, qué pena", dijo, sin desvelar lo que vio en el móvil, aclarando, eso sí, que se refiere a los hijos de cada uno.