La crónica rosa de Es la mañana de Federico abundó en la ruptura de Enrique Ponce y Paloma Cuevas y en por qué el torero todavía no ha firmado el divorcio. Las razones, dijo Federico Jiménez Losantos, director de Es la mañana en esRadio, es "mucho más seria, sorprendente y más insoluble; no se puede culpar a nadie y además no tiene solución". Es una situación "endiablada y sin solución posible", aunque ellos dos estén "en los mejores términos".
Es más: "Es un escollo sin posibilidad de arreglo", explicó Federico, retrotrayéndose al pasado de Ponce para explicar la situación y el valor que tiene para el torero todo lo que hay en esa finca, el famoso pabellón de caza donde el torero guarda, literalmente, toda su vida... y todavía más cosas de un valor casi imposible de tasar. "Sin tomar partido, todos sabemos que cuando una persona es humilde y tiene un talento excepcional, como por ejemplo Elvis Presley, empiezan a ganar dinero y lo meten en una finca, en su caso Graceland, donde compró todo lo que nunca pudo tener. Michael Jackson, aparte de los vicios, hizo algo parecido. Hay mucha gente así", dijo el director de Es la mañana de Federico.
"Imaginemos también que un torero de un pueblo de Valencia empieza a torear, tiene éxito y no deja de ganar dinero. Compra una gran finca. Como todos los toreros tiene una placita, un tentadero. Y en ocasiones da cenas donde van muchas personas, y necesita una cocina industrial con capacidad. Y como es torero tiene una ganadería, y el problema de lidiar es que es un lío comercial. Es una ganadería de verdad pero no lidia, es para entrenar".
"Le gustan los caballos y, como le gustan, tiene una yeguada. Le gusta el fútbol y es amigo de Raúl, y se hace en esa finca inmensa un campo de fútbol. Le gustan los amigos y como le gustan los amigos, hace un pabellón de invitados lo más lujoso que pudieras imaginar, con hasta un minigolf y un mini-apartamento".
Y por supuesto, "tienes una casa excepcional porque te has casado con una mujer culta, fina y detallista. Cada invitado tiene, cuando llega, las toallas con sus iniciales".
Y lo más importante: "Ha estado cazando un cuarto de siglo y tiene un pabellón de caza, el mayor de España y posiblemente de Europa, con elefantes, jirafas, toros... Es un pabellón gigantesco que puede acoger a más de cien personas para cenar, con una cocina industrial adosada a la nave, de un diseño espectacular y muchísima altura, donde puede invitar a un centenar de amigos".
Todo esto tiene un coste, cuesta mucho dinero, explicó Jiménez Losantos. Ponce tiene ahí el "70%, 80% de lo que ha ganado, el grueso de su fortuna está ahí". Es su "vida", y no lo puede vender "porque es suyo", dijo el director de Es la mañana de Federico, subrayando los millones que ha metido ahí, tantos que es imposible tasarlos: "No es solo el pabellón de caza, sino una gigantesca y carísima inversión de recreo", que no tiene venta o división posible.
La finca es exclusivamente de Enrique Ponce, comprada al principio de su carrera con sus primeros ingresos y antes de que se casara: en el registro figura a nombre del torero y en ella guarda toda su vida. Los bienes que allí hay solo los puede disfrutar él y no los puede vender, porque son artículos de recreo y de valor personal. "Paloma tiene derecho a la mitad, y él tiene derecho a disfrutar lo que ha invertido".
Su gran inversión es, por tanto, este pabellón y las obras que lo rodean. Y esto, tras una temporada de malas inversiones y un año sin apenas torear por la pandemia, tiene todavía más valor. "Nadie puede comprar eso, no lo puedes monetizar, y por eso no lo puedes repartir, porque además Paloma también ha colaborado", desveló Jiménez Losantos.