Cada cadena de televisión tiene previsto desde hace semanas quiénes serán los presentadores del programa especial de Nochevieja y Año Nuevo. En Antena 3, los elegidos son Roberto Leal y Eva González. Roberto culmina así una temporada televisiva importante al frente de Pasapalabra. Y esperanzado y contento porque será padre de nuevo dentro de unos meses.
Roberto Leal, de cuarenta y un años, natural de Alcalá de Guadaíra, conoció a quien hoy es su esposa trabajando juntos en el programa Espejo público, él como presentador y ella componente del equipo de producción. Contaba Roberto que al principio de relacionarse con Sara Rubio le costó convencerla de que con ella iba muy en serio. Tanto que se casaron tras unos meses de noviazgo en 2015. Cinco años de convivencia feliz. Hace tres nació su hija Lola. Y queda anunciado que en verano ya contarán con un nuevo vástago en su hogar.
Cada presentador, como es lógico, aporta su toque personal y Roberto Leal, de entrada, resulta un comunicador agradable, que se cuela en nuestras casas como si no quisiera molestar a nadie. Algo así como tantas veces se ha repetido del yerno preferido por muchas mamás. Es atractivo pero a su vez de aire discreto. Sonriente, sin pasarse. Como periodista ha ejercido en programas de televisión: reportero, presentador de noticiarios y de programas de variedades. Sus inicios datan de comienzos de este siglo. Dos décadas en las que ha trabajado en Canal Sur, TV.E, Telecinco y actualmente en Antena 3. No ha tenido contratiempos en saltar de una cadena a otra, sin problemas a la hora de despedirse de cada una. Se imponen las ofertas. Anécdota agridulce fue la de que, tras superar unos días cuando dio positivo enfermo de coronavirus, tuvo que continuar presentando Operación Triunfo… desde su domicilio. Se imponía el teletrabajo...
Ha sido en Pasapalabra, cuando sustituyó a quien era el presentador en otra cadena, Christian Gálvez, donde Roberto Leal ha acreditado su buen oficio. Al principio tratando de hablar lo más rápido posible, pero haciéndose entender. No ha perdido la simpatía ni dentro ni fuera de los estudios de grabación. Está destinado a ser en la tercera década de este siglo que ahora comienza uno de los profesionales más apreciados por los telespectadores. Un presentador "de etiqueta" en esta última noche del año y la llegada del nuevo.