Aunque los titulares a costa de la guerra de Kiko Rivera contra su madre Isabel Pantoja parecen haberse rebajado un tanto, lo cierto es que los distintos procesos abiertos a raíz de sus denuncias en Cantora: la herencia envenenada siguen su curso.
No obstante, algunas buenas noticias, o al menos apuntando a un relativo entendimiento, han aflorado en los últimos días. La principal es la presencia de un posible intermediario que mediaría entre las tres partes implicadas, es decir, Pantoja, su hijo y los hermanos Fran y Cayetano Rivera, interesados estos últimos en los enseres de Paquirri que la tonadillera presuntamente estaría escondiendo.
Antonio Rossi ha asegurado en El Programa de AR que ese mediador existe y que, además, "es un mediador de buena fe, con conocimientos de todo lo que ha pasado".
Además de ser de confianza de las partes implicadas, también es una persona con saberes "legales y contables" al respecto, aunque —eso sí— no un mediador "profesional".
El colaborador apunta también que esta persona "no es Luis Rollán", tal y como se especuló la semana pasada tras una cena de éste con Kiko e Irene Rosales, y que la persona que conoce todos los datos al respecto, pero no los cuenta, es María Patiño. Su intención sería aclarar lo sucedido hasta ahora y que ha intentado hablar con Isabel Pantoja, aunque todavía no ha podido hacerlo "directamente", lo que supone su mayor impedimento hasta ahora.
Otro factor más: de no tener conocimientos legales suficientes, aquellas que Kiko exige, sí tiene medios para poner a las partes implicadas en contacto con una persona más adecuada.