Se cumplen seis años de la muerte de una de las personalidades más recordadas de nuestro país, Cayetana de Alba. El 20 de noviembre de 2014, la duquesa de Alba fallecía a los 88 años en el palacio de Dueñas, Sevilla, a consecuencia de una pulmonía. Murió acompañada de su marido, Alfonso Díez, y de todos su hijos. Con su muerte, no tardaron en surgir las tensiones entre sus hijos, un distanciamiento que este viernes se hizo más patente que nunca en la misa celebrada en su memoria.
El escenario elegido para recordar a Cayetana de Alba fue el Santuario de los Gitanos, que pertenece a la Hermandad de los Gitanos del barrio sevillano de Triana, de quien la duquesa era muy devota. Fue su hijo, Cayetano Martínez de Irujo, quien ha organizado el homenaje en el sexto aniversario de su fallecimiento.
Una misa marcada por sonadas ausencias, en las que ha quedado más que patente la soledad de Cayetano, único hijo presente de la duquesa, que desde hace años mantiene una relación muy distante con el resto de sus hermanos. También hay que señalar que la mayoría de ellos se encuentran en Madrid, afectados por las restricciones entre territorios a consecuencia de la pandemia.
Poco antes de las siete de la tarde, empezó a llegar al Santuario de los Gitanos los asistentes a esta misa, entre ellos amigos de la duquesa como Carmen Tello y Curro Romero, que ha resultado ser más íntima que en otras ocasiones, debido a las circunstancias tan extraordinarias que se están atravesando.