La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha contado con Isabel González, Beatriz Cortázar y Alaska para tratar todos los temas de la actualidad social. Centrada una vez más en el enfrentamiento de Kiko Rivera con su madre Isabel Pantoja por la herencia de Paquirri y en la que parece dirimirse en el horizonte el futuro de Cantora.
Después de los reiterados ataques de Rivera, sobre todo tras un programa televisivo —el del pasado viernes— en el que se descubrieron una serie de escándalos, Isabel Pantoja se encuentra recluida en Cantora y absolutamente desolada por la inesperada traición de su hijo.
Hasta el punto que extraña que, aparte del comunicado publicado en ¡Hola!, extraña la ausencia de respuesta por la gravedad de unos ataques que podrían provocar incluso pena de cárcel si llegan los tribunales. La periodista Beatriz Cortázar contó en esRadio la que va a ser la tónica de Pantoja, y que es "silencio absoluto y ningún movimiento".
Esto desmiente algunas informaciones que apuntaban a que "habría exclusiva y hasta fotografías exclusivas en Cantora. Ni hubo foto ni la hay ahora, y cero movimientos. Nada. Ni un desmentido". Esa es, por tanto, la política de Pantoja en relación de la polémica, al menos de momento.
Tal y como consideró Federico Jiménez Losantos, director de Es la mañana, "hay algo inteligente en eso. Como Paquirrín es tan contradictorio, en tres especiales televisivos se ahorcará él solo". El segundo, tal y como ha anunciado Telecinco, llegará este viernes por la noche.
En medio de esta absoluta tormenta que ha soliviantado a los fans y detractores de la cantante, Kiko Rivera dijo en Cantora. La herencia envenenada algo muy significativo y que ayuda a interpretar algunas de las palabras de Pantoja en su ya célebre llamada al Deluxe para "consolar" a su hijo, que anunció que padecía una depresión.
"Kiko dijo algo que reveló lo que le molestó de verdad de esa llamada, y es que Pantoja dijo 'no sigas hablando'". Ahora sabemos a lo que Pantoja se refería: "Que no contara lo del 2 de agosto", cuando supuestamente Kiko descubrió por primera vez la habitación donde Pantoja guardaba todas las cosas de Paquirri que dijo que habían sido robadas para no repartirlas con los Rivera.