Un tuit de Kiko Rivera en redes sociales asegurando que echa de menos a su padre Paquirri ha desencadenado el siguiente paso en el drama del Dj con su madre, Isabel Pantoja. En esa enigmática y demoledora publicación, Kiko hacía saber con mucha ira y rabia que se encargará de hacer cumplir la voluntad de su padre.
¿Pero de qué voluntad se trata, fallecido hace 26 años? Antonio David Flores ha desvelado en Sálvame que Kiko Rivera habría averiguado que hay una "cantidad de dinero en América" que su padre habría dejado a nombre de un hombre, Salvador Salvatierra, que haría el papel de testaferro.
Este dinero, del que desconocía su existencia, sería nada menos que de un millón de euros de la época, a lo que habría que sumar otros 800.000 en concepto de rentas durante esas más de dos décadas y media.
"Se deja escrito que cuando los niños cumplan 21 años se repartiría ese dinero en tres partes", dijo Antonio David sobre este inesperado descubrimiento que sin duda motivaría gran parte del enfado de Kiko con su madre.
Porque es aquí donde la tonadillera juega un papel. Según Kiko Matamoros, ese dinero "se trajo a España vía Gibraltar con intermediación de Encarna Sánchez" y la mayor parte fue para los bolsillos de Isabel Pantoja. Cayetano y Fran Rivera sí habrían recibido una parte, pero no todo lo correspondiente ("supongo que menor a la que les correspondía como herederos universales")… pero no Kiko, que recibió Cantora con usufructo a su madre.
"Isabel tenía una deuda por las obras de Cantora y con ese dinero acometió esas reformas", explicó al respecto Gema López que, además, desveló una segunda bomba por el camino: "Durante mucho tiempo, Isabel tiró de sus amistades para pedirles dinero y puede ascender a más de 500.000 euros". Ahora, esas mismas amistades, al ver que Isabel trabaja pero no devuelve cantidades, se estarían planteando demandarla.
Isabel no tiene por qué pagar nada porque ya ha prescrito todo. "Pero hay más cosas que no figuran en el testamento que tenía Paquirri", anunció Kiko. Gema López opinó que debería contar quiénes son las últimas personas que han entrado en Cantora y qué ha pasado con ellas, porque "ninguno ha recibido un solo euro y hay un cabreo colectivo".