Kiko Rivera llamó a Sálvame para despejar incógnitas tras la llamada de su madre al Deluxe. "Estoy triste, muchísimo y las razones principales son por los temas con mi madre, son muchas cosas. Yo no estoy triste por el dinero", insistió en una larga llamada telefónica que puso en vilo a todo el programa durante muchos programas y en la que llegó a decir que quiere "una madre, no una artista".
Al Dj, en primer lugar, le enfada que se le acuse de mantenido. "A mí no me mantiene mi madre desde nunca. Desde que cumplí 18 años estoy trabajando, si no no hubiese podido pagar mi deuda con Hacienda. Mi madre me ha ayudado en un momento determinado, ahí no mienten, pero no durante años. No soy un mantenido. Si yo quisiera pedir lo que me corresponde de la herencia de mi padre estaría en mi derecho, pero no es así", dijo un entristecido, pero a la vez furioso, Kiko Rivera, que sostiene que Pantoja está filtrando las cosas a su manera.
Durante la llamada, Kiko no dudó en soltar varias bombas, como que ha aconsejado con fuerza a su madre deshacerse de Cantora, y él mismo está dispuesto a vender su parte, porque de recuerdos "no se vive"… Y también que Pantoja no se ha hecho cargo de algunos gastos inmobiliarios que se comprometió a acometer y que al final han recaído en él.
"No hay problema en vender Cantora —dijo—, se lo he planteado muchísimas veces. Hay que vivir el presente, y si por malas gestiones mías uno ha cometido errores, y tienes la posibilidad y gran suerte de poder con las rentas de una finca ayudar a que la familia esté bien, se debe de hacer. De recuerdos no se puede vivir", explicó para culminar unos días de polémica con su madre.
¿Pero por qué está triste Kiko Rivera? Gran parte de la discusión versa por la llamada de Pantoja negando la mayor a su hijo y negándole el derecho a estar deprimido. "Hay cosas que me voy a quedar para mi intimidad", dijo, considerando "muy triste" que estos asuntos familiares tengan que tratarse desde el Sálvame Deluxe".
Y es que de lo que Kiko Rivera está harto es de que Pantoja no haga su papel de madre con él. Y de que eso le perjudique tanto psicológicamente como su propia reputación externa. "No tengo por qué quedar mal yo, ya estoy harto, cuando yo siempre he defendido a mi madre a capa y espada cuando se ha peleado con mi hermana y no me tenia que meter nada, yo ahí estaba. Incluso me he metido en líos familiares por defenderla y ahora yo estoy quedando mal cuando ella sabe que le dije que viniese el lunes y ese lunes no llegó. Entiendo sus motivos, está cuidando a mi abuela, pero vivimos a hora y media", dijo en un sentido arrebato de furia.
Y matizó: "No ataco a mi madre, porque esto lo he hablado con ella", sobre todo tras esa "regañina absurda" (así llamó a la bronca recibida por teléfono durante el Deluxe que lo provocó todo). Un programa en el que él —repitió— "no estaba hablando de mi madre. Y yo necesito a mi madre, no a Isabel Pantoja. Y mi madre no está. Pero el personaje de Isabel Pantoja siempre es más".