El romance de Enrique Ponce y Ana Soria sigue generando titulares. En esta ocasión, a colación de una llamada de teléfono del torero a su novia en medio de una corrida en Nimes.
La crónica rosa, con Isabel González, Alaska y Beatriz Cortázar, volvió a analizar este gesto de consuelo del torero a su novia, que de nuevo tan mal ha sentado en la comunidad del toro. Y en concreto si es necesario que un torero tenga el móvil a mano en medio de una corrida en la que participa.
"El único sitio en el que está en paz Ponce es en el ruedo", dijo Federico Jiménez Losantos. "Toreando está feliz, cuando está solo con el toro, sin mujer, hija ni novia ni suegro", dijo el director de Es la mañana de Federico, que consideró que "la clave de todo es el suegro y el padrino Garzón. Eso lo tiene perdido".
Y es que hay que considerar el ordenado pasado de Ponce, que ha entrado literalmente en una nueva etapa de su vida. "Él, con familia ordenada y niñas, y de pronto ha descubierto todo a la vez. Lo que uno descubre a los trece él a los cuarenta y nueve y con entusiasmo", opinó Federico.
Por otro lado, se suceden las reacciones a la última de Ponce, que llamó por teléfono a Ana Soria durante una corrida de toros. Miguel Abellán, amigo y admirador de Enrique Ponce, ha querido salir en su defensa tras su separación de Paloma Cuevas y su sorprendente relación.
"El maestro está feliz y yo a mis compañeros a los que admiro profundamente, posiblemente sea uno de los dos toreros de la historia, todo lo que haga siempre me parece bien, sobre todo si a él le produce felicidad. Sobre su vida personal no soy quién para opinar, le deseo a él y a los que están a su lado lo mejor de lo mejor, se lo merece. Enrique es un hombre que ha hecho siempre mucho bien por los demás, lo sigue haciendo, le deseo lo mejor de lo mejor".
Además, Miguel quita hierro al hecho de que Ponce llamase por teléfono, en mitad de una faena, a su novia para tranquilizarla: "No lo he visto pero las nuevas tecnologías también han venido a instaurarse en el mundo del toro, si tienes la posibilidad de hacer una llamada in extremis para apaciguar los nervios que se sufren del otro lado, de las personas que te quieren... No lo he visto, pero me imagino que sería así".