Tamara Falcó ha sido nombrada madrina de la Maison Sisley en Madrid, inspirada en la icónica que ya existe en París. La hija de Isabel Preysler, según comentó después de la presentación, está encantada con su nuevo trabajo televisivo y con grandes proyectos. "Es cierto que estoy muy televisiva, antes me daban miedo las cámaras, pero poco a poco se ha ido pasando. En el programa de cocina acabamos de renovar por tercera vez, en principio iba a ser tan solo para verano. El Hormiguero es un subidón, Pablo Motos es muy cariñoso y el equipo es genial". Así lo explicó.
La nueva marquesa de Griñón confesó que no tiene su corazón ocupado, pero que siempre ha estado abierta al amor. "Honestamente, puedo decir que me encuentro muy feliz y que estoy muy bien sola". Al preguntarle cómo se encontraba después del fallecimiento de su padre, el semblante de su cara cambió de una manera radical. "Le echo mucho de menos. La muerte es de las cosas más difíciles con las que hay que lidiar, es parte de vida, y no deja de ser triste para los que se quedan. He tenido mis días de bajón, como todo el mundo. Todavía sigo conservando su número de teléfono".
Durante la comparecencia ante los medios, cuando se le preguntó cómo estaba su relación con Esther Doña, su respuesta fue muy clara. "Era la mujer de mi padre y la respeto, lo que ocurre es que ese vínculo ya no existe. Cierto es que no coincidimos, y cuando eso surja, no pasará nada, nos saludaremos sin más. Con mi hermana Xandra tiene más contacto".
Tamara está encantada al volver a ser tía, ya que su hermana Ana Boyer está embarazada de nuevo. "Lo está llevando muy bien. Por la profesión de su marido no dejan de viajar, tiene mucha energía, está muy feliz, y el niño es ideal".
Está muy contenta por haber perdido peso, según comentó ahora lleva una alimentación sana. "Anímicamente estoy muy bien, tener sobrepeso no es bueno, tiene muchas cosas en contra, pero no hay que tener complejos. Me gusta cuidarme y arreglarme, cuando era pequeña observaba como se maquillaba mi madre, pero no soy esclava de la belleza, aunque a todos nos gusta y cada uno tiene su propia percepción".