Belén Esteban acaba de regresar de sus vacaciones en Canarias. La colaboradora ha subido imágenes a su Instagram que demuestran lo bien que lo ha pasado desconectando, por fin, junto a su marido Miguel. No obstante, la sonrisa le ha durado poco.
Nada más llegar al aeropuerto Qen Madrid, y debido a los rebrotes de la pandemia del coronavirus, Belén Esteban ha montado en cólera contra las escasas medidas de seguridad que les esperaban tras desembarcar. Hay que recordar que Belén es población de riesgo (es diabética) y que estuvo confinada durante todo el estado de alarma, sin acudir a plató.
"Alucino con las medidas de seguridad de mierda del aeropuerto", ha criticado en sus redes sociales. "Todos juntos y una hora esperando las maletas, que me parece muy bien, pero que empiece ya en el aeropuerto, que es por donde entra todo. A ver las medidas del aeropuerto dónde están".
"Tanto que dicen de medidas de seguridad que me expliquen cuál, porque a mí no me han hecho nada. Ni a mí ni a todo el avión que era grande que veníamos", ha dicho tajante Belén, que hace semanas se enfrentó duramente a Jorge Javier por la nula gestión del Gobierno en la crisis, que el catalán defendía.
Según la de San Blas, nadie les ha hecho hecho ningún test PCR, tampoco a ninguno de los pasajeros avión que llegaba desde Tenerife.
Los colaboradores del ‘Fresh’ de ‘Ya es mediodía’ entienden que se queje ya que Belén es persona de riesgo por su condición de diabética. "Yo creo que en los aeropuertos es donde más medidas tendría que haber. Sonsoles Ónega también estuvo de viaje y ella en sus redes subió que no había tenido ninguna medida de seguridad", explicó Rosa Benito.
Iván González cree que las medidas que se toman en los aeropuertos y en las estaciones de tren "no son suficientes" y que él siempre que puede va en su coche. "Yo soy bastante hipocondriaco", ha reconocido. Además, ha contado una anécdota para que entendamos hasta qué punto le preocupa la seguridad frente al coronavirus: "Si me encuentro con unos amigos de Oriana por la calle yo ni siquiera los saludo. Prefiero ser antipático y dormir tranquilo en mi cama por la noche", ha reconocido Iván.