Sean Penn cumplió sesenta años este 17 de agosto. Natural de Santa Mónica, California, ha ganado dos "Óscar", es un actor cotizado pero también un tipo conflictivo, visceral, al que su temperamento le ha causado no pocos problemas y alguna vez estuvo entre rejas por su afición a pelearse con el primero que le lleve la contraria. Tras dos matrimonios fallidos y no pocos líos amorosos, ha sentado la cabeza. Al menos lleva cuatro años sin aparecer en las crónicas de sucesos y es más habitual en la prensa rosa. Quien le ha cambiado un poco esa tempetuosa forma de ser ha sido una guapa australiana, la actriz Leila George D´Onofrio, de veintiocho años, algo más de la mitad de edad que él., y con la que se casó por Zoom, una aplicación de internet.
Sean Penn proviene de una familia de actores. Tanto su padre (también realizador de televisión) y su madre trabajaban en el cine, aunque nunca llegaron a ser figuras. Su hijo, sí. Que debutó a las órdenes de su progenitor en el capítulo de una serie televisiva. Le gustó tanto esa profesión que con ella se ha ganado muy bien la vida. Las dos estatuíllas doradas, las del "tío Óscar", las logró una en 2003 por su soberbia interpretación en Mystic River y la otra cinco años después por Mi nombre es Harry Milk (que también se exhibió simplificando el título, sólo "Milk").
Sean Penn a menudo estuvo metido en líos de faldas. Un seductor aventurero que se llevaba a la cama a la primera que encontraba a gusto con él y después, "si te he visto, no me acuerdo". Llamó mucho la atención que se emparejara con Madonna, un vendaval. Dos caracteres fuertes. Quien más quien menos pronosticó que la pareja duraría menos que un pastel a las puertas de un colegio. Pero se equivocaron porque su matrimonio se mantuvo desde 1985 hasta 1989. Cuatro años, que es mucho decir con dos explosivas estrellas. Si él tenía crédito entre la prensa cinematográfica ella le ganaba en popularidad. Una diva caprichosa y dominante también. Los dos frente a frente parecían estar permanentemente en un ring. No es extraño que la prensa escandalosa los tuviera como asiduos en sus páginas. Contaban que él la maltrataba al tres por dos. Pero Madonna lo defendió públicamente. ¿Masoquismo por medio?
Una vez disuelto el matrimonio Sean Penn siguió con sus conquistas, borracheras, adicciones varias, peleas… Asuntos como decíamos que lo mantenían siempre en candelero. "Que hablen de uno aunque sea bien". Pero eso sólo sucedía cuando estrenaba alguna de sus buenas películas, no todas, desde luego. En 1996 se casó de nuevo: con la actriz Robin Wright, con quien tuvo dos hijos, Hopper y Dylan. Esta vez su unión fue más duradera: hasta 2010. Lo que no equivale a asegurar que Sean no continuara con su vida pródiga en infidelidades y jaleos. Así es que tarde o temprano se esperaba que se tiraran los trastos a la cabeza, hasta convenir el divorcio.
Después, el actor, galán maldito con su pícara mirada y su aire canallesco, encontró a una modelo llamada Petra Nerncova, que le hizo la vida más feliz, para después dejarla cuando se enamoró de Charlize Theron. Tres años, desde 2013, permaneció con ella, mujer también "de armas tomar". Y es que Sean no quería a su lado, quizás, a compañeras ingenuas sometidas a su ruda idiosincrasia: las buscaba peleonas.
No sabemos cómo pero de pronto el actor se vio envuelto en un oscuro episodio con la actriz de telenovelas Kate del Castillo. Entre ambos gestionaron entrevistarse en la cárcel con el peligroso narcotraficante "Chapo" Guzmán., que estaba encandilado por la mentada reina de culebrones. Ambos, efectivamente, lograron el permiso para verlo y luego Sean Penn escribió sus impresiones acerca del preso y las declaraciones de éste en la revista Rolling Stone. Se suscitó entonces una polémica, sobre si Penn había faltado a un pacto con el "narco" y con la tal Kate. Y de cómo se había conseguido aquel permiso carcelario. O sea, de nuevo Sean Penn e n la diana del escándalo periodístico.
Olvidado en la medida posible aquel suceso, Sean Penn pasó a figurar en las publicaciones de color rosa, pues se enamoró, mientras grababa un audio-libro, de la joven actriz Leila George D´Onofrio, hija de uno de los protagonistas de la serie Ley y orden. El "flechazo" fue inmediato. Y desde 2016 viven en amor y compañía. Se han casado en secreto, mas lo cierto es que desde entonces Sean ya se había tranquilizado. Es menos violento y sus conocidos cuentan que es otro hombre.
Respecto a sus actividades, Sean Penn decidió publicar una novela, ·Bob Honey Just Do stuff, en torno a un personaje divorciado, asesino a sueldo. Alguien creyó encontrar entre sus páginas algunas alusiones a Donald Trump, al que el actor abomina. Sabidas son las posiciones políticas de Penn, que es un radical izquierdista como no podía ser dada su personalidad. El caso es que, entusiasmado con su estrenada faceta literaria, anunció que iba a dejar el cine. Nadie lo creyó. Y encima recibió una penosa crítica del diario The Washington Post, calificando su libro como un infumable engendro. No sabemos cómo tomó la cosa el irascible Penn, pero seguro que lanzó un ejemplar del periódico a la papelera más próxima, rojo de ira. Es previsible que la dulce Leila calmara esos arranques de malhumor.
En cuanto a la actividad cinematográfica su último proyecto como actor y director (esta última faceta la ha emprendido ya en otras ocasiones) llevaba el título de Flag Day, contando en el reparto con sus dos hijos, a los que trata de ayudar en su futuro artístico.