Enrique Ponce, el "adolescente enloquecido" que se concentra lejos de Ana Soria

La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha contado con Beatriz Cortázar, Emilia Landaluce y Alaska para comentar todos los temas de la actualidad social. Centrada, una vez más, en la que ha resultado ser la pareja de este verano: Enrique Ponce y Ana Soria.

Esta vez, Ponce ha reaparecido en Fuengirola después de la lesión en la muñeca que sufrió tras su cogida, el pasado 6 de agosto, en El Puerto de Santamaría. Un regreso en el que ha llamado la atención la ausencia de Ana Soria en el tendido.

La joven almeriense, rompiendo con la tradición de las parejas de los toreros, se había convertido en una fija en las faenas de Ponce. Ana fue la ¿involuntaria? protagonista en las plazas de Plasencia, Huelva y El Puerto de Santa María. Una presencia que, según los críticos, distraía al ex de Paloma Cuevas, puesto que estaba más pendiente de su pareja que del toro.

Ahora, y tras una semana recuperándose de su esguince en la muñeca, el de Chiva ha vuelto a los ruedos, pero sin el apoyo de Ana Soria en el tendido. ¿Habrán tenido algo que ver las críticas que han sufrido por parte del sector taurino, siempre tan receloso de cualquier tema ajeno al ruedo pueda distraer a los toreros?

Y es que, tal y como se aseguró en la crónica rosa de esRadio, Ponce parece "un adolescente enloquecido", tal y como coincidieron Beatriz Cortázar y Emilia Landaluce. "Exprime al segundo todo. Casi todos los días está en una plaza pero a cada hueco se reúne con Ana. Esta semana los dos cenando en un chiringuito con gente alrededor, les importa todo un bledo. En el mundo taurino, tan cerrado como es, no sé que pensarán si tiene una mala tarde, pero está enamorado".

Algo que prueba -otra vez- su última publicación en Instagram, un stories donde muestra unas manos (presumiblemente la suya y la de Ana) formando un corazón al ritmo de un tema musical pop romántico. Un gesto de amor casi juvenil que hasta hace poco sería impensable en su persona.

Lo último es la nueva residencia fija del torero, que ha elegido -naturalmente- la Almería natal de Ana para establecerse en esta etapa profesional veraniega. "Está muy contento porque tiene casa, no se sabe aún si comprada o alquilada, en la zona donde ha estado en barco. De modo que no va a estar yendo a hoteles ni en casa de los suegros o amigos. Intimidad", dijo Cortázar en esRadio.

En cualquier caso, y demostrando que sigue en plena forma, Enrique Ponce firmó una gran tarde cortando dos orejas. Trofeos que no había conseguido en ninguna de las corridas en las que Ana estaba presente en la plaza. ¿Ha confirmado el diestro sin pretenderlo que su joven novia le distrae cuando acude a apoyarle?