En este tiempo estival, nuestros poetas abandonan el terreno satírico y se adentran en las verdes florestas de la lírica. El caso es que esta semana han sido noticia dos mozas. Una es Garazi, la guapísima hija del presidente del PNV –Andoni Ortúzar–, estudiante de periodismo en Madrid (pese a su padre). Y la otra es Ana Soria, la jovencísima novia del torero Enrique Ponce. Así que la ControVersia está servida: ¿cuál de las dos está más buena?
LA VÁSTAGA DE ORTÚZAR
por Monsieur de Sans-Foy
¿La vástaga de Ortúzar? Un encanto.
Es espectacular. ¡Qué buena está!
Y es hija de su padre, que es de Abanto
y Ciérvana... que no de Bogotá.
El PNV nunca ha dado tanto
sin contraprestación –ni lo dará–.
Que pidan sobre el Cupo un adelanto,
que España se lo debe a su papá.
Al padre puede haberle cabreado
que estudie periodismo en el Estado
con tanto madrileño soplagaitas.
Andoni: si te pica, pues te rascas,
porque ha quedado claro que las vascas
son más espabiladas que sus aitas.
LA NOVIA DE PONCE
por Fray Josepho
Más guapa que su vasca (que es notoria),
muchísimo más grácil y más buena,
ha de saber, Sanfuá, que hay otra nena:
la novia actual de Ponce, Anita Soria.
Más rica que el pollastre en pepitoria,
con una encarnadura casi obscena
(que enciende el corazón y lo refrena),
la moza está, sin duda, que da gloria.
Ni el Merlos ni el Coletas en su vida
tuvieron una chorba tan garrida
como la prometida del torero.
Y acabo ya, pues es inoportuno
e impropio de mi hábito frailuno
soltar procacidades que no quiero.
