Paloma Cuevas y Enrique Ponce se han convertido en los protagonistas absolutos de la prensa rosa tras conocerse su divorcio después de más de 20 años de matrimonio. A esta dolorosa situación se suma la aparición en la vida del torero de Ana Soria, una joven almeriense de 21 años con la que se le relaciona, tal y como desveló Beatriz Cortázar en la crónica rosa de Es La Mañana de Federico (esRadio).
Es muy posible que vayan saliendo a la luz nuevos detalles de su divorcio y de la joven que ocuparía, supuestamente, el corazón del diestro. De momento, Paloma Cuevas ha querido ser prudente y hacer gala de la discreción y educación que la caracterizan. La empresaria dio sus primeras declaraciones este viernes a la revista ¡Hola!, donde aseguró que está tranquila. "Estoy serena, la palabra es serena. Serena porque mi fe me permite estar tranquila, y serena porque la felicidad de mis hijas está por encima de todo", confesó.
Sin embargo, también reconoce que es un momento "muy difícil", sobre todo por cómo ha salido todo a la luz. "Ahora no me quiero preocupar por mí. Solo quiero que mis hijas y mis padres estén bien", aseguró. El matrimonio, sus hijas y los padres de Paloma han pasado el confinamiento en su finca de Jaén, donde todavía se encuentran.
"Estoy en el campo, cuidando de ellos e intentando que esta situación les afecte lo menos posible. Quiero que la felicidad de mis hijas continúe como hasta ahora (...) Jamás voy a hablar mal del padre de mis hijas. Nunca voy a decir nada negativo de él. Hemos tenido un matrimonio precioso durante 24 años, y un amor muy real, muy verdadero". Paloma confirmó que después de tantos años de matrimonio ejemplar, su separación también lo será y evitarán los escándalos. "Nos tendremos el mismo cariño de siempre. Nos llevamos muy bien, y eso no va a cambiar porque eso es imprescindible para que mis hijas sean felices".