Karlos Arguiñano cerró la temporada de El Hormiguero en Antena 3. El cocinero acudió al programa presentado por Pablo Motos para hablar sobre la complicada situación que atraviesa el país y cómo ha vivido la cuarentena, siempre haciendo gala de su actitud positiva y sentido del humor.
Durante un momento de la noche, el cocinero se emocionó al hablar de uno de los episodios más duros de su vida: la muerte de dos de sus hijos. Si por algo ha sido duro el confinamiento para Karlos, ha sido por estar lejos de su familia. El cocinero tiene una familia muy numerosa y está acostumbrado a reunirse semanalmente con ellos para disfrutar de una comida juntos.
El chef se abrió en canal con el presentador e hizo una dura confesión sobre dos de sus hijos: "Nacieron muertos", desveló. Una dura situación que supuso un gran mazazo para el matrimonio: "Yo animaba a mi mujer diciéndole que no se preocupase porque tenían a un pedazo de marido y se intentaría todas las veces que hiciesen falta". Pese al traumático episodio, el matrimonio supo sobreponerse y no tardaron mucho tiempo en volver a ser padres.
"Luego vinieron otros seis y una que tengo adoptada, pues ya son siete", contó muy orgulloso, asegurando que entre tantos hijos y nietos ahora le cuesta aprenderse los nombres de todos.