Rosa María Sardá se ha ido de la misma forma en la que vivió, sin hacer ruido y lo más discretamente posible. Su valía profesional es indiscutible, puesto que no solo fue una actriz de comedia. La recuerdo muy bien en la emblemática obra de Bertolt Brecht Madre coraje y sus hijos, en el Centro Dramático Nacional.
Una mujer de gran carácter, que siempre declaró ser española y catalana, y que no tuvo ningún reparo en confesar que no estaba a favor del Procés. Motivo por el cual tuvo que soportar ser tachada de facha en muchas ocasiones. Su carrera, no obstante, estuvo llena de éxitos, tanto en el teatro, televisión como en el cine.
En su vida personal, Rosa María Sardà siempre fue muy reservada, mantuvo una relación durante tres décadas con Josep María Mainat, quien fuera miembro de La Trinca, y fundador de la productora Gestmusic. Su separación trascendió años después de producirse. La pareja tuvo un hijo, Pol Mainat, que también es actor, y fue el encargado de recoger uno de los muchos premios que cosechó a lo largo de su carrera, El Gaudí de Honor en el 2016. La actriz nunca hizo declaración alguna de ese hecho tan importante en su vida, como tampoco trascendió si mantuvo alguna otra relación.
No corren buenos tiempos, y a parte de todo lo que se está viviendo por culpa del terrible Covid-19, en pocos días, se han ido Aless Lequio, Pau Donés, y Rosa María Sardá. Sobran las palabras.