Este jueves, Telecinco emitió la última gala de Supervivientes, ganada finalmente por Jorge Pérez. Pero, naturalmente, hubo muchos más detalles que llamaron la atención. Sin ir más lejos el plantón de Ortega Cano a su mujer, Ana María Aldón, que no acudió a recibir a la "superviviente" en la gran final. A recibir a la finalista acudió Gema, su hija, que ha dado el salto a los platós aprovechando la ausencia de su madre. Su reencuentro fue uno de los momentos más notables de la noche.
Este viernes el propio torero quiso aclarar durante una conexión en directo con Sálvame el motivo de su ausencia dejando claro que su intención era la de viajar a Madrid para poder estar con su mujer en una de sus noches más especiales. Sin embargo, un contratiempo con una medicación impidió que el torero estuviera presente: "Es algo que se sube y se baja y el miércoles se me puso muy desacompasado y me tuvieron que llevar a la clínica de Sanlúcar de Barrameda", aseguró.
Por este motivo tuvo que cambiar sus planes: "Me hubiera encantado estar, no pude ir a la gala y fue una pena porque encima estaba malo y fuera del lugar donde tenía que estar", dijo resignado. A pesar de todo, finalmente pudo hablar con su mujer por teléfono y felicitarla por haber llegado tan lejos en el concurso: "He hablado por teléfono hoy con ella y la he felicitado por cómo lo ha hecho durante todo el reality y, por supuesto, por el día de ayer. Fue maravilloso".
El torero se mostró contento con la posición de su mujer en el reality pero reconoció que le hubiera gustado verla como ganadora: "En este concurso hay varios ganadores. Felicito a Jorge por el galardón, pero mis dos favoritas eran Ana María y Rocío. Han hecho un reality fantástico las dos. Han quedado entre los tres primeros y eso ya es para estar contento. Una es mi mujer y la otra es mi nieta. Estoy feliz".