Revive la peor pesadilla de Isabel Pantoja. Y aunque algo que ver tiene con su angustioso confinamiento en Cantora, lo cierto es que remite más bien a tiempos pretéritos de la cantante: su precaria situación económica.
Pese al excelente y millonario contrato con Mediaset y su participación, hace ahora un año, en Supervivientes, la cantante ve cómo el coronavirus va a dar al traste con sus próximos proyectos profesionales.
Se trata, informa Semana, de un giro radical en su vida, que empezaba a remontar en 2019 tras una nefasta temporada. Tanto en lo familiar como en lo profesional, la tonadillera daba por fin pie con bola gracias a su intervención en el reality y la grabación de otros programas como Idol Kids, todavía no emitido. Lo peor es que, al desconocerse cuándo se levantarán las medidas restrictivas, Isabel tampoco sabe cuándo podrá empezar a retomar esos proyectos.
La causa, las medidas de restricción del Gobierno para mantener la distancia social en plena epidemia. Se trata de impedir el mayor número de contagios posibles, y las actividades al aire libre y culturales son un enorme foco.
El resultado, la cancelación de los conciertos ya firmados de Isabel Pantoja, entre ellos los que tenía previstos en América para este mes de mayo que se han reubicado a finales de año. Se trata de dos eventos en Chile previstos para estos mismos días, el 8 y el 9 de mayo, que se han desplazado hasta el 4 y 5 de diciembre, informa Semana.
Esto no tendría mayor importancia si, desde su estancia y salida de la cárcel y el pago de la acuciante multa de Hacienda, las cuentas de Isabel fueran lo suficientemente boyantes. Pero pese a su evidente recuperación, todavía no lo son, y el coronavirus ha vuelto a hacer mella en su bolsillo.
Mientras, el Fisco sigue llamando a su puerta y reclamando cantidades para fechas muy cercanas y concretas.
Pero a ello se suma algo todavía peor: el empeoramiento de su madre, doña Ana, que ya ha superado varias crisis de salud pero que ahora, con la crisis de la covid-19 y los nuevos peligros que ello implica, además de otros asuntos propios de su avanzada edad (88 años) se ha complicado gravemente.
Isabel, muy unida a su madre, atraviesa por tanto sus peores momentos. A ello se suma la evidente tristeza de no poder ver a sus hijos, Kiko Rivera y Chabelita Pantoja, sin que de momento sepamos fecha concreta de un posible reencuentro.