Mila Ximénez atraviesa una de las etapas más complicadas de su vida a causa de la enfermedad que padece desde hace unas semanas y que se ha recrudecido con el aislamiento en casa a causa de la crisis del coronavirus. La colaboradora de Sálvame confesó que sufre un herpes zóster en la cara. Un "okupa", como ella misma ha definido, que le está ocasionando una serie de problemas que está intentando llevar lo mejor posible.
Sin embargo, este martes durante su sección semanal en el programa de Telecinco, reconoció que ha comenzado a afectarle psicológicamente. En una conexión desde su casa, la colaboradora escuchó la voz de amigo de y compañero Kiko Hernández, que también conectó por videollamada con el programa, y rompió a llorar: "Le he visto y me he dado cuenta de lo que le echo de menos (…) Estoy bajita, estoy conviviendo con un alien (el herpes), no pensé que me iba a derrumbar, pero he visto a Kiko y se me ha ido al fortaleza que estaba intentando mostrar", aseguró con lágrimas en los ojos.
A pesar de los ánimos que le daba su amigo, Mila confesó que "se está metiendo en un bucle de tristeza. Llevo así semanas y no está siendo fácil, para mí el confinamiento está siendo complicado. Echo de menos mi vida, mi libertad. Hay días que se hace muy duro. Echo de menos cosas que antes veía con mucha normalidad. Quedar con Kiko para irnos por ahí… Me pregunto qué ha pasado y ahora me encuentro aquí y no tengo narices de salir por miedo a que me pase algo".
Su compañero intentó animarla y sacarle una sonrisa: "Eres la persona más importante del programa para mí. Si no te conociera o no te quisiera pensaría que eres elitista o egocéntrica, pero te conozco y eso es un personaje que te has creado. Fuera del programa eres una persona completamente distinta. Te quiero".