Rocío Flores lleva semanas "encerrada" en la isla de Supervivientes, que sigue adelante pese a la pandemia mundial del coronavirus. Y la joven sobrina de Rocío Jurado nota, como tantos otros concursantes, los estragos que el hambre y la actividad al aire libre dejan en su cuerpo.
"Es lo que pasó con José Antonio Avilés, que como lo ves todos los días no lo notas", dijo un sorprendido Jorge Javier Vázquez ante la fotografía del "antes y después".
En efecto, puede que a Rocío Flores se le haya visto más tarde el cambio, pero éste se ha producido. La razón, determinadas condiciones y problemas que ella arrastraba desde España. "Son problemas de ansiedad que arrastra y vincula con la alimentación", dijo María Patiño.
"El hecho de estar en la isla y ajena a su día a día y los problemas que arrastra, le va a venir muy bien a la cabeza, con independencia de que gane o no. Se está limpiando", dijo la periodista.
En todo caso, evidencia que "el metabolismo afecta de diferente manera a cada persona", tal y como consideró Antonio Montero. "Es una lucha permanente a la que no respondemos igual", dijo recordando que él tiene una hija con la misma condición que Rocío Flores.
En todo caso, y sin ser mejor o peor, el cambio físico de la hija de Rocío Carrasco se ha producido tras más de un mes en la isla de Supervivientes.
Tal y como señaló su padre, Antonio David Flores, muy atento en el plató de Sálvame cuando mostraron la imagen, "tenéis que ver que ella nunca ha participado en este tipo de programas o la farándula, en esta vida, y todo fue a raíz de mi defensa en Gran Hermano. Le costó mucho tomar la decisión de hacerlo, y lo que ella perseguía: que la gente la conociera tal y como es".