La última portada de la revista ¡Hola! dedicada a Esther Doña, con sus primeras manifestaciones tras la muerte de su marido el marqués de Griñón, fue objeto de debate en la crónica rosa de Es la mañana de Federico. Una portada que demuestra, según Federico Jiménez Losantos, que Esther Doña "ha venido para quedarse, se va a quedar y va a darnos días de muchísima gloria y entretenimiento. Tiene unas tremendas ganas de balón".
La premura de estas declaraciones ha sorprendido, aunque nadie dudaba que Esther Doña iba a hablar antes que los hijos de Carlos Falcó. "Yo pensé que iba a esperar al día del funeral del marqués pero se ha adelantado", dijo el periodista Daniel Carande. Por otro lado, Beatriz Cortázar consideró que "no hay que descartar" otra futura portada una vez el funeral tenga lugar.
¿Qué será de Esther Doña sin el marqués de Griñón? ¿Se quedará a vivir donde hasta ahora residía, la finca El Rincón? "Evidentemente no", consideró la periodista en esRadio, dado que "los hijos nunca la vieron con buenos ojos y Manuel, el futuro marqués de Griñón, ya se estaba encargando de la parte financiera", incluyendo la propia finca, que explotaba una empresa de organización de eventos. La mala relación de Esther Doña con los hijos, por tanto, va a ser clave en el futuro cercano: "Me consta que el día que se hicieron pareja de hecho, ella firmó un papel renunciando a todo lo del marqués".
Las principales propiedades del marqués estaban ya designadas antes de su muerte por coronavirus. Y el marqués, dinero no tenía tanto. "La bodega se vendió, lo compró Victor Redondo, dueño de una hacienda de Salamanca en un 49 o 50%. Sandra y Manolo, hijos, tienen un seis por ciento cada uno y el resto era del marqués, más los aceites que van aparte", explicó Carande en Es la mañana de Federico.
Beatriz Cortázar trazó paralelismos con la situación de Alfonso Díez y Cayetana de Alba. El duque renunció a derechos pero hay algunos a los que no podía renunciar. Y cobra, eso sí, "3.000 euros mensuales además de alguna prebenda como su casa en Puerto de Santa María, que no obstante reformó él mismo con el dinero que obtuvo de ganar una demanda".
En todo caso, es evidente que a los hijos del marqués la portada de ¡Hola! de Esther Doña "no les hace ninguna gracia", dado que simplemente "no se llevan bien", dijo el periodista Daniel Carande. Lo que no quita que el marqués y Esther Doña realmente se quisieran, salvo algunos episodios oscuros y broncas íntimas que en ocasiones salieron a la luz, como aquella en la que el marqués acabó en un calabozo.
"Él presumía de mujer como un pavo real, con los amigos saliéndoseles los ojos de las órbita por tener la más guapa, la más joven y la mas sexy. Y a los hijos eso no les gustaba". Y, por parte de ella, "con él era encantadora, siempre pendiente. No una noche sino todas las que les vimos, como aquella en la que acabaron bailando sevillanas hasta las dos de la madrugada", contaron los dos periodistas en la crónica rosa de Es la mañana de Federico.