En estos tiempos preocupantes bueno es contar que las hermanas Kimpel, relacionadas con Antonio Banderas, llevan viento en popa una empresa denominada Baniki, anagrama que corresponde al prefijo, contracción de sus dos nombres y apellido. Ellas son Nicole, emparejada va a hacer ahora seis años con el actor malagueño, y su querida hermana gemela Bárbara.
El negocio en cuestión consiste en una ropa diseñada por ambas, amén de bolsos y complementos. El lanzamiento tuvo lugar no hace mucho tiempo en Suiza, para después presentar la misma colección en la Semana de la Moda de Miami. Consistente en quimonos, caftanes, vestidos en general, y calzado. Y los bolsos, claro, ya mencionados. Estos últimos tienen para las Kimpel un especial aprecio, de los que llevan vendidos una buena cantidad en Francia, Suiza, los Estados Unidos y ahora asimismo en España, empezando por Marbella, que es donde tienen fijada la sede empresarial. La fabricación de todo su negocio la efectúan de momento fuera de España, con la esperanza de instalar aquí una nave para ello. Funcionalidad y estética, dicen al unísono, es el lema de esas creaciones.
Pero ¿quiénes son estas hermanas Kimpel, de donde proceden y cómo llevan un tiempo apareciendo en las páginas de las revistas del corazón? En particular, todo se debe a Nicole, a quien Antonio Banderas conoció durante el transcurso del Festival Internacional de Cine en Cannes el año 2014. Fue un deslumbramiento mutuo durante una fiesta celebrada en el hotel Eden Roc, situado en Cap d´Antibes. Bailaron románticamengte al compás de una música dulce, embriagadora para los dos, que no dejaban de mirarse a los ojos. Los de Nicole, azules. Rubia, escultural, sonriente, simpática. Un flechazo. Ni qué decir que contemplaron el amanecer juntos, abrazados. De aquel encuentro hasta hoy, seis años que se cumplirán el próximo mayo. Reparten su vida entre su casoplón de Londres y su residencia en Málaga. A la pareja, digamos que adosada, la hermana de Nicole, Bárbara, "cuñada" por así decirlo, oficiosamente, del galán español, quien comparte con ellas su ilusión por ese negocio ya antedicho.
Las gemelas han cumplido 40 años. Que no representan físicamente. Parecen mucho más jóvenes por su aspecto y lo que es más importante, acaso, a primera vista: cómo cuidan su cuerpo, de qué elegante manera lo exhiben, y el optimismo que destilan cuando se las conoce. Nacieron en Stuttgart (Alemania), pero sus estudios los desarrollaron en Ginebra (Suiza). Nicole ha desarrollado diversas ocupaciones en bancos internacionales, es asesora financiera y relaciones públicas. Entre otras entidades, prestó sus servicios en la importante banca Merryl Lynch. Ya viviendo junto a Banderas en la capital inglesa, juntos se matricularon en 2015 en la escuela de diseño de la Central Saint Martins, una de las mejores en su especialidad. En cuanto a Bárbara Kimpel, es licenciada en Psicología, posee estudios de Comercio Internacional y es agente inmobiliaria. Vivió un tiempo en los Estados Unidos. Se relacionó sentimentalmente con su entrenador personal y hace un año más o menos apareció en un evento junto al torero Canales Rivera, con el que quisieron emparejarla. No parece que aquello prosperara.
Las Kimpel dominan varios idiomas, han residido en diferentes paises y tienen lógicamente una cultura cosmopolita que les permite sentirse cómodas en las relaciones con sus clientes y en su vida social. En 2012, ambas debutaron en un programa de la televisión suiza protagonizando, con el nombre artístico de Las Perlas, un par de vídeos dirigidos principalmente a empresarios y ejecutivos.
Dos semanas más tarde de que Antonio Banderas conociera en Cannes a Nicole, puso fin a su matrimonio con Melanie Griffith, tras veinte años de unión matrimonial. Al galán no le han quedado más ganas de casarse, tras romper en su día con Ana Leza, su primera mujer, y luego con la estrella norteamericana. Se viene especulando con la posible boda de Antonio y Nicole. A ella la idea le entusiasma, aunque no quiera proclamarlo públicamente. Más cauto, el actor no se pronuncia al respecto, aunque ha repetido muchas veces que es muy feliz junto a ella. Sin necesidad de bendiciones y firmas.