Lydia Lozano continúa en cuarentena en su casa por tener síntomas del coronavirus, pero eso no le impidió conectar este martes en directo con Sálvame para hablar sobre cómo lleva el encierro. Más animada que en días anteriores, Lydia apareció y fue recibida por Jorge Javier Vázquez: "Tenemos una sorpresa para ti. Y ya sabes cómo son las sorpresas aquí", le avisó.
En el plató se encontraba su informador, y ahora enemigo, José María Franco. Dos nombres que se unieron cuando Lydia Lozano contó que Rocío Flores y su madre habían mantenido una conversación vía Whatsapp. Información que la propia Rocío y su padre Antonio David Flores desmintieron.
Finalmente, y con las pruebas aportadas durante los días posteriores, se desveló que Lydia Lozano había sido engañada por José María Franco y que se trataba de una conversación falsificada. Con la reputación dañada, la periodista retiró su palabra al exchófer y se negó a sentarse con él en un plató de televisión.
Al ser informada de su presencia y de que se emitirían unos audios que podrían comprometerla, Lydia Lozano rompió a llorar: "No entiendo nada", dijo la periodista desde el salón de su casa. Una voz sonó a lo lejos y le instó a cortar la conexión. Jorge Javier se percató de los gritos: "¿Es Charli (su marido)? ¿Te está pidiendo que cuelgues?". "Es que Charli está flipando, me está viendo gritar, está escuchando gritos...", contestó la colaboradora.
José María Franco aseguró que posee audios en los que Lydia critica gravemente a sus compañeros y le recordó que durante años muchas de sus exclusivas han sido posibles gracias a su colaboración: "No defiendas a tus compañeros porque tela marinera, no me hagas enseñar el móvil y lo que tengo acumulado de estos años. María Patiño, si yo te dijera lo que dice de ti…".
Atónita, Lydia evidenció su enfado con el programa por la encerrona cortando la conexión con el programa. Sin embargo, José María no dejó de hablar, y afirmó que Lydia que tiene "celos" y "envidia" de Kiko Hernández. "No lo soporta. No lo quiere".