Las actividades empresariales de Fran Rivera y Sergio Ramos han llevado a ambas mediáticas figuras a un enconado conflicto de intereses. Es más, el litigio entre ambos, que comenzó en el año 2013, lleva tiempo en los tribunales provocando dolores de cabeza tanto al jugador blanco como al torero.
Ambos coinciden a la hora de haber desarrollado una intensa actividad empresarial al margen de la profesión que les ha hecho famosos, la de futbolista y torero, respectivamente.
Todo comenzó hace siete años, cuando el Ayuntamiento de Sevilla adjudicó la concesión del mercado Gourmet El Barranco a una empresa formada por Rivera y el periodista Carlos Herrera, entre otros socios. A ese concurso también se presentó una unión de empresas entre las que se encontraban las de Ramos y José María Manzanares.
Y fue precisamente Sermos 32, la empresa de Sergio Ramos, la que decidió iniciar acciones legales por considerar que la adjudicataria tenía una evidente "falta de solvencia" y que no se encontraba "al corriente de los pagos con Hacienda y la Seguridad Social".
El conflicto ha llegado hasta el Tribunal Supremo, que ha valorado el recurso interpuesto por Sermos 32 al Ayuntamiento de Sevilla como legítimo, obligando al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía a revisar la adjudicación inicial. Anteriormente, el TSJA desestimó el recurso por considerar que solo lo había planteado la empresa de Sergio Ramos y no el resto de las empresas presentadas.
Mientras tanto, y tal y como informa ABC de Sevilla, la Lonja del Barranco sigue gestionada por la empresa de Rivera y Carlos Herrera, que pagan al Ayuntamiento sevillano un canon anual de 250.000 euros.