Toño Sanchís se enfrenta a uno de los días más duros de su vida. Este 5 de marzo se cumple el plazo para que el representante abandone su vivienda familiar en Villanueva del Pardillo. Una fecha límite que ya anunció hace un tiempo Belén Esteban, su mayor enemiga.
Tras perder en los juzgados, el juez sentenció que el chalet de Toño debía pasar a ser propiedad de Belén para hacer frente a la deuda que tenía con esta. Después de realizar una subasta pública, Esteban consiguió hacerse con esta mansión valorada en más de 600.000 euros. Ya en abril del año pasado, la colaboradora de Sálvame advertía al que fue su mánager: "¿Has recibido hace poco algo en el juzgado, no? No hagas que vaya la policía judicial, un camión de mudanzas ni un cerrajero".
La comitiva judicial, acompañada por agentes de la Guardia Civil y del cerrajero, han cambiado las cerraduras tanto de la puerta principal como de los dos garajes que tiene la casa.
A pesar de todo, Toño ha salido esta mañana del domicilio, poco antes de que llegase la Guardia Civil, sin querer hacer ningún tipo de declaración a la prensa. Un momento de lo más duro que cierra un capítulo muy doloroso para ambas partes.
