Corinna zu Sayn-Wittgenstein regresa a la actualidad española, y lo hace a su manera: a lo grande y con polémica. La examiga entrañable del rey Juan Carlos se dispone a tirar de la manta en los tribunales contra el CNI por, según su versión, una grave campaña de acoso y difamación que se ha prolongado durante años.
Para dar medida de la importancia de su denuncia, Corinna asegura que el rey Juan Carlos, preocupado por lo que podía salir si tirase de la manta, se reunión con ella cuando amenazó con tomar medidas legales.
Según su versión, los servicios de inteligencia españoles se lo han hecho pasar realmente mal, a ella y a su familia. Ha sido amenazada e intimidada, y por eso está dispuesta a acudir al Tribunal Superior de Justicia para denunciarlo.
En su haber, suficientes pruebas para demostrar este acoso que se ha prolongado durante años. Corinna ha ido contando supuestos episodios en los que los Servicios de Inteligencia habrían utilizado malas artes contra ella.
"Después de ocho años de abuso, que también se ha dirigido a mis hijos, y dado que no hay un final a la vista, a regañadientes no me queda otra opción que emprender acciones legales".
En declaraciones a medios británicos como el Daily Mail, Corinna señala que, por ejemplo, una serie de mercenarios franceses y polacos ocuparon su apartamento en Mónaco con la excusa de protegerla, pero cuyo objetivo real era destruir documentos comprometedores.
Corinna explicará en los tribunales que los servicios secretos españoles entraron en su habitación del hotel The Connaught en Londres para intimidarla a ella y a sus hijos asegurando que no podían garantizar su seguridad física. "Insistieron en que me quedara en silencio. Me enviaron un correo electrónico con un seudónimo que explicaba que, si hablaba con los medios, sería devastador".
En otra ocasión, y durante un viaje a Suiza, recoge Vanitatis, encontró en su habitación un libro sobre la muerte de la princesa Diana. Justo en ese momento recibió una llamada de teléfono en la que le aseguraron en perfecto español: "Hay muchos túneles entre Mónaco y Niza".