Vanitatis continúa sacando a la luz la verdadera historia que supuso el final de la relación entre Rocío Carrasco y su hija Rocío Flores. Un tema que hasta el momento ninguna de las partes ha querido hacer pública. En el capítulo de hoy el digital asegura que, después de la sentencia de la pelea en la que se puede leer que la joven agredió físicamente a su madre, llegando incluso a necesitar asistencia médica por los golpes recibidos, Rocío Flores se negó a cumplir la pena de realizar trabajos en beneficio de la comunidad.
En la sentencia se puede leer que aceptan que la joven renuncie "voluntariamente a la realización de las tareas/actividades encomendadas en cumplimiento de dicha medida y, tras no consentir, aceptan el cumplimiento de la medida alternativa impuesta". Esta medida consistía en seis meses de libertad vigilada.
Así, entre el 5 de octubre de 2013 y el 2 de abril de 2014, Rocío estuvo vigilada en todos sus movimientos de su vida cotidiana, procurando corregir las conductas que pudieran ser constitutivas de que regresase a la senda del uso de la fuerza, como había pasado en el domicilio de su madre aquella mañana con una nectarina que provocó una terrible escena.
Trascurrido ese tiempo, y tras varias reuniones con un psicólogo y un técnico, se concluyó que la joven había evolucionado de forma positiva pudiendo continuar con su vida sin vigilancia.
El episodio del cuchillo
Antes del famoso episodio de la nectarina que desembocó en la separación definitiva de la familia, ocurrió un primer capítulo violento protagonizado por Rocío Flores, en el que hirió a su madre con un cuchillo. Los hechos alcanzaron tal gravedad que incluso la Fiscalía solicitó que se condenara a la joven por este incidente. Rocío Carrasco había recibido una notificación del juzgado en la que se le informó de que su hija iba a declarar contra ella en pro de su padre, Antonio David, que buscaba la custodia íntegra de su primogénita. Fue cuando se produjo ese episodio violento con un cuchillo de por medio.
Los documentos oficiales a los que Vanitatis ha tenido acceso describen así la escena: "En hora no determinada del día 10 de julio de 2012, encontrándose la menor junto a su madre y hermano en la cocina del domicilio familiar, y como quiera que aquella le recriminó que estaba gesticulando con las manos mientras asía un cuchillo con el que cortaba una pieza de fruta, se inició una disputa entre ambas, en el transcurso de la cual Rocío Carrasco exigió a su hija que le entregara el citado cuchillo, y como quiera que la menor se negó a ello, aquella lo sujetó, momento en que la menor, actuando con ánimo de ocasionar a su madre un perjuicio en su integridad física, propinó un fuerte tirón del mismo, provocando así que aquella se cortase en uno de sus dedos".