El blog en la revista Lecturas del presentador Jorge Javier Vázquez está dedicado íntegramente a la figura de su compañera de programa, Lydia Lozano, enfrascada ahora en una amarga polémica por unas informaciones que resultaron ser falsas: las supuestas conversaciones entre Rocío Flores, ahora de camino a Supervivientes, y su madre Rocío Carrasco.
Y lo hace hablando de Lydia Lozano en términos extremadamente sinceros. "Si fuera una auténtica H.D.P. los demás podríamos escudarnos en que es mala persona para cargar más bilis sobre ella y así aplacar nuestras malas conciencias", dice Jorge Javier. "Pero es que Lydia no es mala compañera, ni mala persona, ni enrevesada ni resentida. Quizá algunas veces sea torpe o peque de ingenua, pero es la trabajadora que toda cadena de entretenimiento mataría por tener".
Pese a haber salido escaldada de las últimas ediciones de Sálvame o el Deluxe del sábado, Lydia Lozano "disfruta con toda la liturgia que conlleva el oficio. El maquillaje, la peluquería, la elección de vestuario, remar siempre a favor de la obra".
En opinión del presentador catalán, "trabajar en este medio supone aceptar que te va a tocar tragar muchos sapos públicamente", algo que tienes que aceptar porque "no te queda otra". "Este negocio es así, no hay vuelta de hoja". No obstante, a su entender, "tiene más dignidad el que no tiene reparos en revolcarse en el fango con tal de que la obra llegue a buen puerto".
Asumir este "ridículo", por tanto, es parte del oficio. Y para ensalzar aún más la figura de su compañera Jorge Javier recuerda las palabras de un compañero fallecido, Pedro Rodríguez, que consideraba a Lydia Lozano como "un formato televisivo en sí mismo".
Al final, Lydia "es un género autosuficiente que se alimenta de ella misma y la audiencia la devora con gusto porque nunca se sacia".