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La boda de Jaime Martínez Bordiú tras 10 años con Marta Fernández, en el aire

Tras varios anuncios fallidos, el matrimonio entre Jaime Martínez-Bordiú y Marta Fernández sigue en el aire.

Jaime Martínez Bordiú y Marta Fernández | Gtres

El menor de los nietos del general Franco, Jaime Martínez-Bordiú, de cincuenta y cinco años, parece que deshoja una margarita, lo que antiguamente se decía cuando alguien se encontraba dudando en trances importantes, como el de casarse. Eso da la sensación cuando después de anunciar varias veces que iba a contraer matrimonio con su último amor, la empresaria gallega Marta Fernández, al final se echaba atrás. Ocurrió por ejemplo en 2016, cuando en su entorno estaban seguros de que esa vez el enlace iba en serio. Y en los últimos meses todo hacía pensar en la familia de ambos que, al final, después de diez años de convivencia en la localidad madrileña de Villafranca del Castillo, iban a sellar el "sí, quiero" ante el juez de turno. Mas los rumores que corren ahora es que la pareja tiene problemas, lo que insistimos no es la primera vez, y que Jaime no está dispuesto a celebrar su segunda boda. La última vez que se les vio juntos fue a finales del pasado año durante la exhumación de los restos del general Franco en la Basílica del Valle de los Caídos. Marta Fernández estaba junto a Jaime, apoyándolo en tan difíciles momentos para él y su familia.

En otra época Jaime pasaba por ser el más simpático de los Franco. Siempre con su pelo engominado y peinado hacia atrás. Aquel carácter se le fue cambiando. Licenciado en Derecho, carrera que nunca ejerció, se ha venido dedicando a los negocios familiares y hoy goza de una gran fortuna, consecuencia de cuanto heredó sobre todo a la muerte de su madre, Carmen Franco Polo. Su boda en 1995 con la modelo Nuria March fue un acontecimiento para las revistas rosas. Tuvieron un hijo, llamado como su progenitor, mas al año después de su nacimiento, el matrimonio tarifó, separándose hasta alcanzar el divorcio en 2002 después de un prolongado proceso, cruzándose ambos acusaciones de todo tipo. Inútiles parecieron ser las demandas de Nuria March para que su ex pasara la pensión correspondiente al hijo que tienen en común. Era la abuela Carmen quien corría con esos gastos. Y, cuando la duquesa de Franco falleció, Nuria reanudó sus demandas, a las que Jaime hacía caso omiso. Mal final para aquella encantadora pareja de sus días felices.

Jaime y Marta | Archivo

Pero la biografía de Jaime Martínez-Bordiú no sólo está salpicada por esa desatención a las obligaciones dictadas por un juez hacia su hijo, quien cuenta ahora con veinte años y estudia en Londres. En 2010 se vio envuelto en un oscuro caso de trafico de cocaína. Y en dos incidentes de tráfico, en uno de los cuáles se dijo que, pistola en mano, amenazó a otro conductor. Para concluir ese pasado que le relaciona con visitas a los juzgados y a las comisarías, se recuerda las acusaciones de maltrato que le condenaron a un año de prisión, que no cumpliría, por parte de quien entonces era su novia, la catalana Ruth Martínez. Pasó una noche en un calabozo de Barcelona. Arrastraba por entonces una mala fama por sus adicciones a las drogas. Como quiera que en un momento dado precisaba de dinero contante y sonante y no quiso, o no pudo obtenerlo de su familia, aceptó poner "el cazo" y contar sus penas y desdichas en uno de esos programas de fin de semana, de los que ventean las miserias de algunos personajillos.

Si bien todo hace pensar que Jaime se recuperó de aquellas adicciones, algo da a entender que su vida sigue siendo problemática; al menos, en lo que se refiere a su estabilidad sentimental. Se case, finalmente o no, este nieto de Franco tiene problemas.

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