Bigote Arrocet ha vuelto a recuperar la sonrisa tras unos meses de lo más difíciles. Desde que María Teresa Campos anunció su ruptura a finales de diciembre, el cómico chileno se ha convertido en uno de los personajes más buscados de la prensa del corazón.
Bigote decidió poner tierra de por medio y marcharse a Londres con su familia. Allí, el ex de María Teresa vio cómo su pareja concedía una sonada exclusiva donde confesaba que la dejó vía WhatsApp. Una dolorosa ruptura que ha llevado a la presentadora a temer por su salud, pues no descartaba caer en una depresión.
Superado el mal trago, María Teresa Campos volvió a la televisión este pasado sábado para sentarse en el plató del Deluxe. Muy sincera, la madre de Teresa Campos y Carmen Borrego dejaba la puerta abierta a una posible reconciliación con el humorista.
Por su parte, Edmundo no ha querido hacer declaraciones al respecto y ha paseado su sonrisa por Madrid del brazo de una misteriosa mujer rubia. Sin querer aclarar la relación que les une, Bigote y su acompañante se limitaban a dedicar la mejor de sus sonrisas a las cámaras de Europa Press.
A finales del pasado mes de enero, los fotógrafos los localizaron en un prestigioso restaurante madrileño especializado en comida andaluza. Esta mujer parece, en principio, nueva en su vida, ya que no es ninguna de las supuestas "amigas" con las que hasta ahora se había relacionado al cómico chileno.
El trato entre ellos fue más que amistoso, lo que delata que ambos podrían conocerse desde hace tiempo. Aunque, eso sí, tal y como se especificó en su momento, en ningún momento llegaron a tocarse... una barrera que ahora, unos días después, parece haberse roto.
Lo único cierto en este momento es que de la misteriosa rubia con la que se pasea Edmundo no se sabe literalmente nada. Él, que la ha presentado en tono de broma como su "prima", pasea orgulloso con ella y se deja ver tras muchos días en Londres. Sabedor de que esto mueve ficha en su culebrón con María Teresa Campos, tras muchos días en el banquillo, y ajeno totalmente al dolor que pudiera sentir su ex, Bigote sonríe.