Cumplió treinta y cinco años el 17 de enero y aunque su "curriculum" artístico no sea muy extenso Adriana Ugarte consiguió, a los veintidós, convertirse en una de las actrices más populares y admiradas por su físico y su interpretación en la serie televisiva La Señora. Notoriedad que extendió poco más tarde tras otro acierto en la pequeña pantalla, El tiempo entre costuras. No es extraño que la todopoderosa productora Netflix la fichara meses atrás para protagonizar Hache, donde su personaje mantiene escenas de sexo violento, duro, salvaje. Para prepararse en ese papel, la madrileña Adriana Ugarte decidió entrevistarse con varias profesionales "de la calle", prostitutas que le contaron episodios y anécdotas relacionadas con su sórdido modo de vida.
Nada más redactar el último párrafo recuerdo lo que relataba Marcello Mastroianni, con aquel aire cínico y divertido que recordamos de algunas de sus películas, gesto que también observé durante el par de ocasiones que lo tuve cerca de mí. Acerca de si era o no favorable "al método Stanislawski" o al de la academia de Lee Strasberg, en torno a si un actor es preciso que se involucre con los personajes que interpreta, recurriendo a los que tienen el mismo medio de vida, el galán italiano, decía: "Rodé con Sofía Loren Una jornada particular, película en la que mi papel era el de un marica muy tímido. ¿Significa eso que yo tendría que frecuentar un local gay y bajarme los pantalones con el primero que se me acercara?". El caso es, sin que mi pensamiento se desmadre acerca del personaje encarnado por Adriana Ugarte en Hache, ella quiso conocer los problemas de las prostitutas, se acercó a una asociación de las que Cela llamaba "izas, rabizas y colipoterras" y tras muy sinceras confesiones de éstas pudo llegar al estudio de rodaje con un perfil muy claro de sus aciagas vidas.
Confirmó que ejercían un trabajo desagradable, que eran maltratadas a veces y que no tenían otro remedio para subsistir que continuar acostándose con tíos. El personaje de Adriana Ugarte en la serie mencionada es el de una mujer que recurre a prostituirse con el sexo para obtener el dinero suficiente que le permita gestionar la salida de su esposo de la cárcel y además proporcionarle a su hija lo necesario para que lleve una vida cómoda, pueda estudiar y alcanzar un futuro que a ella el destino le ha sido negado. Hache se ambienta en los años 60, cuando la heroína y la cocaína iba introduciéndose en España, llevando a la ruina a muchas familias y a la muerte de sus seres queridos: jóvenes abocados a ese pozo negro del que pocos logran escapar. Las imaginadas escenas de sexo insertas en el guión de Hache las realizó Adriana Ugarte con la profesionalidad que se exige de una actriz en ese trance. Tranquila, procurando que no se repitieran demasiado por culpa suya, y con la gente precisa tras las cámaras, sin morbosos mirones. Su compañero y también protagonista, Javier Rey, el mismo de Fariña, procuró compartir con ella esos momentos difíciles con el mayor tacto y pudor.
Adriana Sofía Ugarte Pascual es hija de un magistrado y una abogada que ahora atiende un negocio de antigüedades. En su familia no encontró dificultades para dedicarse a la carrera de actriz. Ha llevado siempre sus relaciones sentimentales con la mayor prudencia y discreción posibles, aunque no pudo impedir años atrás que unos cuantos reporteros la persiguieran día y noche para sorprenderla con Alex González, que fue su pareja durante varias temporadas, cuando vivían en un apartamento del madrileño barrio de Malasaña. Concluida esa relación, tuvo otra, más efímera, con el realizador Luis Blasco. Y hace un año que se destapó su íntima amistad con el presentador y cómico del programa La Resistencia, David Broncano. Algo hubo entre los dos, si nos atenemos a algunos documentos gráficos en los que se les veía muy acaramelados, aunque apenas hace unas semanas que el supuesto novio de Adriana ha negado que sigan juntos en la actualidad.
Por cierto que nada más comenzar 2020 la actriz ha sorprendido a sus seguidores con unos cabellos cortos y rubios. Podría ser que usara una peluca. En cualquier caso, no es la primera vez que se tiñe el pelo: ya lo hizo para protagonizar Julieta, de Pedro Almodóvar. Así, morena, castaña o "a lo punky" si le viniera en gana, Adriana Ugarte nos parece bellísima y muy atractiva actriz en todos los sentidos.