La boda de Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal, celebrada en el Palacio de la Almudaina, de Palma de Mallorca, hace un decenio, fue objeto de gran interés de las revistas del corazón. Reunió entre los invitados a personajes destacados de la aristocracia, las finanzas y la vida social. Y el entonces Príncipe don Felipe firmó como testigo del enlace. Era muy amigo del novio, éste tres años mayor que él, quien confesó haber compartido con el hoy reinante monarca muchos eventos y encuentros familiares, al ser primos, amén de que, con buen humor, Kyril deslizaba haber vivido juntos más de un ligue sentimental con algunas jovencitas en los veranos de la isla palmesana. Lejos estaban entonces en su horizonte los nombres de Letizia Ortiz y Rosario Nadal.
En aquellos días de felices estíos en la Isla de la Calma, el segundo de los hijos de Simeón de Bulgaria y Margarita Gómez Acebo se enamoró de una morena de aire tímido, descendiente de una de las familias más distinguidas de Mallorca: María del Rosario Nadal i Fuster de Puigdorfilia. Si su matrimonio parecía idílico, como lo había sido el noviazgo, siendo padres de tres hijos, la noticia de su separación y posterior divorcio sorprendió a cuantos apreciaban a la pareja, que jamás hizo públicas las razones de su ruptura. En sus años felices, ¡Hola! en particular publicaba a menudo reportajes sobre ambos y anualmente distinguía a Rosario Nadal en la lista de las mujeres más bellas y elegantes de España, repitiendo en más de una ocasión el primer puesto, que arrebató a Isabel Preysler y a otras no menos atractivas damas.
El divorcio lo firmaron hace una década. ¿Qué ha sido, entre tanto, de la vida de Kyril y Rosario? En cuanto a él, que lleva los apellidos "de Bulgaria y Coburgo" y ostenta los títulos de príncipe de Preslav y duque de Sajonia , reside en Londres, donde ejerce de asesor financiero. Hace un par de años un amigo le presentó a la joven británica Katharina Butler, simpatizaron y en poco tiempo se hicieron íntimos, aunque hasta el momento no han dado el definitivo paso hacia la vicaría. Katharine nació en 1967 y es hija de un diplomático inglés, antiguo asesor de Margareth Thatcher. El año 2000 contrajo matrimonio con un empresario de prensa y de negocios inmobiliarios, de nacionalidad suiza. La pareja se rompió siete años después, dejando al cuidado de la madre el hijo de ambos, Tito, que en la actualidad tiene doce años. Residen en una lujosa mansión palaciega en el condado británico de Dorchester. Luego Katharine y Kyril por ahora, viven cada uno por su cuenta aunque se vean a menudo. ¿Acaso existe algún motivo, que desconocemos, impidiéndoles celebrar la boda que quizás desean hace tiempo? Katharine Butler posee un importante patrimonio y preside varias empresas, una de ellas "sui géneris" , dado su rango: alquiler de bicicletas eléctricas en Londres. Que está enamorada de Kyril de Bulgaria es harto sabido entre las amistades de ambos. Ella le dedica toda clase de elogios, destacando su caballerosidad.
Por su parte, Rosario Nadal ha podido dedicarse a una de sus aficiones relacionadas con las Bellas Artes, no en vano cursó estudios en el Richmond College de la City. Ya cuando vivía con Kyril en la capital británica ejerció sus amplios conocimientos en la prestigiosa sala Christie n 2001 optó por montar su propia empresa, RSC Contemporary, que sirve para atender consultas de coleccionistas de obras de arte. Respecto a su vida sentimental desde 2009 mantiene una estrecha relación con el artista albanés Anri Sala. Acerca de los tres hijos de Kyryl y Rosario, Mafalda Cecilia es una notable cantante pop, que ya ha grabado un disco, "Daisy Chain". Sólo se le conocen algunas actuaciones en España en fiestas particulares. Su hermana Olimpia ha estudiado, como su madre, Bellas Artes, en la Universidad de Boston y ha colaborado con importantes firmas de moda y perfumería, Valentino y Oysho. En cuanto al benjamín, Tassilo, ha estudiado Ciencias Físicas.
Aunque Londres es el centro de vida y trabajo de todos ellos, en verano se reúnen en la casa de campo que Kyril adquirió en la localidad mallorquina de Porreras. Es de suponer que el príncipe y Rosario Nadal tengan contactos, siquiera telefónicos, para seguir informados sobre la vida de sus hijos. Aunque para ellos su rumbo sea diferente. En vacaciones solían aparecer a menudo junto al príncipe don Felipe y las infantas Elena y Cristina. De esta última, Rosario fue madrina de la hija de aquella, Irene. Al Rey Felipe VI, Kyril confiesa que ya no lo ve, pese a la gran amistad y afecto que siempre le ha tenido, como respeto a las obligaciones del monarca. O también porque el círculo íntimo de amistades de éste lo ha reducido al máximo.