La vuelta de Can Yaman a Turquía después de su exitoso paso por España no ha sido como esperaba. El actor regresó a su país de origen después de levantar pasiones en gran parte de Europa, tanto que incluso la prensa turca le llegó a acusar de comprar a los fans que le esperaban en el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez y del que tuvo que salir escoltado por la Policía.
Hace unos días Faruk Turgut, uno de los productores de su próxima serie, anunció que han tomado la decisión de posponer su estreno y comunicó que Can Yaman estaba alejado de la prensa y de las redes sociales en Chipre, "mentalizándose para su etapa de servicio militar". Además, ha confesado que no le ha gustado la actitud de Yaman durante su visita a nuestro país, motivo por el que habría sido "desterrado" e invitado a "recapacitar".
El digital Bekia ha ido más allá y asegura que todo esto tiene un trasfondo mucho más importante que los celos o la envidia que ha despertado en su país. Al parecer, su visita a España no ha levantado ampollas por el hecho de tener muchos seguidores, sino por su encuentro con Javier Bardem.
Pilar Bardem, la madre del actor, es la Presidenta de AISGE (Artistas Intérpretes, Entidad de Gestión de Derechos de Propiedad Intelectual), una entidad que se encarga de proteger los derechos de los actores, actores de doblaje, bailarines, directores y más personas que pertenecen al gremio. Can Yaman fue invitado a una ceremonia de esta fundación, algo que no ha sido bien visto en Turquía, donde se ha considerado un atentado contra la industria televisiva.
En Turquía, los actores no cobran derechos de autor cuando sus trabajos son exportados al extranjero y solo perciben dinero por el trabajo realizado en su país. Los que sí que salen beneficiados son los productores, que se han visto amenazados por el nuevo vínculo de amistad creado entre Bardem y Yaman. El turco cada vez es más visible en Europa y temen que esté pensando en crear una fundación similar en su país que proteja los derechos e intereses de los actores.