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Lo que impide a Malú casarse con Albert Rivera

La separación de sus padres marcó a Malú. ¿Cambiará de idea sobre sí misma tras enamorarse de Albert Rivera?

La separación de sus padres marcó a Malú. ¿Cambiará de idea sobre sí misma tras enamorarse de Albert Rivera?
Malú y Pepi Benítez | Gtres

Desde el punto de vista artístico el año que ahora termina ha sido negativo para Malú, al contrario que en su vida personal, feliz desde que en febrero se conoció su relación sentimental con el político Albert Rivera. Una lesión de tobillo tuvo la culpa de que tuviera que suspender su gira musical, cancelar catorce conciertos y someterse al calvario de usar muletas durante varias semanas, allá por el mes de junio. Ya recuperada pudo haber reiniciado sus galas, pero prefirió quedarse en casa. El amor "tuvo la culpa". Iniciada su convivencia con el líder de Ciudadanos, quien estuvo muy pendiente de la cantante durante su convalecencia, Malú correspondió a esas atenciones cuando él pasó por el quirófano. Fue a la salida de ese hospital, Puerta del Sur, de Móstoles, como ya se ha repetido días atrás hasta la saciedad, cuando se pudieron obtener nítidas fotografías de la pareja, lo que confirmaba su relación.

Desde entonces, las imágenes –pocas– que se han difundido, han sido obtenidas siendo ellos ajenos, tomadas desde lejos y deficientes. Las últimas, cuando desayunaban en un bar de carretera camino de un lugar de descanso en Portugal, después de que tras el batacazo en las recientes elecciones generales Albert Rivera tomara la drástica decisión de abandonar la política y dedicarse en adelante a la vida pública. En esas escasas fotografías no era fácil distinguir la figura de Malú. Así es que, a pesar de que han surgido especulaciones acerca de su posible embarazo no ha sido posible detectarlo, cuando además los tortolitos se han negado a aclararlas. ¿Qué nos hace pensar que sí espera un niño, quizás? La decisión de Malú de no reaparecer en los escenarios. Eso sí: sabemos que tiene proyectos, canciones que ha compuesto y están pendientes de grabarse. La única vez que pasó por un estudio fue a finales del verano para registrar un tema que ya venía anunciando en su cuenta de Twitter, titulado "Cantaré". Con la originalidad de que en él figuran voces desconocidas, seleccionadas entre sus admiradores que atendieron la invitación de ella para incluirlas en su próximo disco.

El último álbum de la intérprete está fechado en 2018, "Oxígeno". Por amor, Malú deja momentáneamente de subirse de nuevo a los escenarios. ¿Pensará retirarse definitivamente? No lo creemos, tanto si se casa o no con Albert Rivera, decisión que por ahora no contempla la pareja. Ambos son reticentes a pasar por un juzgado.

Albert Rivera ya ha tenido la experiencia de convivir primero con Mariona Saperas, una psicóloga catalana, con la que tuvo una hija, Daniela, y después, tras separarse de aquella, inició otra relación que duró cuatro años, con Beatriz Tajuelo. Y si él no quiso casarse con ninguna de las dos, Malú tampoco es partidaria de matrimoniar con nadie. Sabemos lo mucho que le afectó siendo una niña la separación de sus padres y desde entonces nunca ha querido comprometerse con ninguna de las parejas que ha tenido. ¿Mantendrá con Albert Rivera esa misma decisión? Probablemente, sí, en la creencia de que es mujer muy firme en sus pensamientos. Pero, ya se sabe que en los asuntos donde media Cupido, cualquier cambio decisorio es posible.

Con boda o sin ella, ellos siguen juntos y han celebrado días atrás con amigos de la pareja y conmilitones de Rivera los cuarenta años que ha cumplido el ex-político de Granollers. Malú, con anterioridad a este cambio de vida, ha estado siempre muy unida a su madre, Pepita Benítez de los Reyes, cantaora y bailaora sevillana que debutó en una compañía de Galas Juveniles en el ya desaparecido teatro San Fernando de la capital andaluza. Se formó artísticamente junto a dos grandes de la danza, Cristina Hoyos y Merche Esmeralda. Pasó por el elenco del gran cantaor Pepe Marchena, Y ya en Madrid pisó el "tablao" de Las Brujas, a espaldas de la calle de San Bernardo, acreditado porque en su cuerpo de baile se daban cita las más guapas bailaoras. En realidad a Pepi Benítez le atraía más el cante aflamencado y por eso formó junto a tres compañeras el cuarteto Arena Caliente, que entre los años 1972 y 1978 grabaron ocho discos, entre los que destacó la balada "Mátame". Cuando dejaron de actuar, Pepi ya estaba casada con un gran cantaor y compositor, Pepe de Lucía, con quien había coincidido en el mentado "tablao" de Las Brujas. Fue un amor apasionado entre ambos, del que nacieron dos hijos: María Lucía y José. La niña fue bautizada con el nombre de su abuela paterna, que era portuguesa y escribía su nombre con zeta, como es preceptivo en ese país. Y una tía suya, a los dos días de nacer, la rebautizó como Malú, pues le resultaba muy largo el apelativo compuesto de su sobrina.

Pepe comenzó a cantar con su hermano Paco, al que llevaba dos años de diferencia. Eran Los Chiquitos de Algeciras. En 1962 debutaron en el famoso "show" televisivo de Ed Sullivan y al año siguiente el afamado José Greco los llevó en su compañía de ballet recorriendo los Estados Unidos. La carrera como cantaor de Pepe de Lucía fue fructífera, conocedor del cante grande de Manuel Torre y Tomás Pavón. Pero, ya casado, comprendió que el "jondo" era sólo para los entendidos y que podía ganar más dinero con otros cantes más livianos. Separado de Pepi, se dedicó a grabar, por ejemplo baladas de Paul Simon (el de Paul y Art Garfunkel) aflamencándolas, luego tangos argentinos con ese mismo acento de su tierra gaditana, produciendo discos de jóvenes promesas y siendo autor de cerca de medio millar de temas, entre ellos algunos que estrenó Camarón. La relación entre padre e hija no siempre fue fluida.

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Malú y su madre, Pepi Benítez | Archivo

Insistimos en que Malú, que creció y se educó a la vera de Pepi, su madre, continúa muy unida a ella, al punto de que comparten una sociedad mercantil que es la que gestiona todo el patrimonio de la cantante. Madre que ha seguido de cerca cuantas vicisitudes ha tenido su hija en sus relaciones sentimentales. A saber. Con un tal Jorge; con Gonzalo Higuaín, jugador madridista; con el actor Antonio Velázquez (seis meses duró solamente), luego entró en su vida Gonzalo Miró, tal vez la más apasionada de todas, entre 2014 y 2017; con el también cantante Pablo López, en 2018. Y entre 2013 se rumoreó que Malú confraternizaba mucho con Vanesa Martín, asunto delicado que no nos corresponde aquí comentar. Es posible que Malú atravesara malos momentos y necesitara una mano amiga que la protegiera entonces.

Malú está considerada desde hace tiempo una diva del pop, con una voz de amplia tesitura que la equipara a las mezzosopranos. Por sus genes, desde niña, se familiarizó con el flamenco. Circula una grabación en YouTube acompañando, con diez años, a su padre en una intervención en Canal Sur. Ya apuntaba siendo adolescente a cantiñear. Y con quince años, cuando se aburría en el colegio y no le gustaba estudiar, la llamaron para una fiesta: ella diría luego que en calidad "de hija de...". Allí, le surgió la oportunidad de llevar una maqueta al productor Pepe Barroso, el de "Don Algodón", propietario del sello llamado "Pepe écords". Su debut discográfico en 1998 fu espectacular, como ya se ha contado cientos y cientos de veces, con el álbum "Aprendiz", en el cuál se incluyeron tres estrenos que le cedió Alejandro Sanz, muy amigo del clan de los Lucía. Su debut cara al público fue en Sevilla. Y a partir de ese momento, el despegue. Discos de oro, cuatro llenos seguidos en el madrileño Palacio de los Deportes, número uno en ventas, giras que le han proporcionado muy buenos dividendos... Junto a anuncios en prensa y "spots" publicitarios de marcas importantes. Amén de que su paso como "coach" en un programa de televisión, juzgando a nuevos talentos, le resultó provechoso, en popularidad y en dinero cobrado.

A la que llaman "La Jefa" por su fuerte carácter le han llovido críticas, considerándola antipática, poco sociable, huraña con los periodistas... Puede que algo de ello responda a la realidad, aunque ella se justifica: "Soy tímida, mis facciones no son dulces, pero no estoy siempre enfadada ni soy borde... Es que mi cara es así". Desde luego su gran personalidad quedó bien expresada en su documental Ni un paso atrás. La política no le interesa: "Es una parte oscura, nada tiene que ver conmigo". Cuando llevaba ocho años de carrera profesional recurrió a una hipoteca para ir pagando su vivienda en Majadahonda, población cercana a Madrid. Alli, en su soledad, la acompañaban varios perros, algunos recogidos por la calle, y un gato. Conforme iba ganando ya elevadas cantidades de euros vendió ese chalé.

Ya se había enamorado de Albert Rivera, y optaron por alquilar otro en la muy privilegiada urbanización "La Finca". A razón de doce mil euros mensuales de alquilar, que sus dueños, los García Cereceda, les rebajaron considerablemente. De la que salieron para adquirir un casoplón en otra zona también lujosa, La Florida, en la autovía de La Coruña. Malú, que por lo visto tiene más "pasta" que su novio, o al menos en efectivo, "cash", desembolsó a comienzos de este año un millón y medio de euros. Que quizás sólo fuera la entrada. Albert Rivera venía ingresando al año alrededor de noventa mil euros por sus cargos políticos. En esa lujosa vivienda han fijado su nido de amor; o mejor, su hogar. Hace algún tiempo ella confesó a su biógrafo Miguel Ángel Bargueño: "Quiero ser madre. Soy muy familiar". La vida de la cantante entra en una dimensión nueva, como también será distinta la del abogado descabalgado de su vida pública, que aún no ha manifestado a qué se va a dedicar. ¿Abrirá un bufete, volverá a su antiguo puesto en Caixa Bank, se hará representante de Malú?

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