Los que presuntamente iban a convertirse en grandes estrellas de este GH VIP han ocupado un puesto secundario ante el empuje de una relativa desconocida como Adara Molinero. Y decimos relativa, puesto que Adara en realidad ya era una vieja conocida de los fans de Gran Hermano: fue una de las concursantes más guerreras de la decimoséptima edición, allá por el año 2016.
No obstante, y pese al empuje de nombres como Mila Ximénez, Alba Carrillo o Antonio David Flores, lo cierto es que ha sido esta madrileña nacida en mayo del 93 la que se ha ido convirtiendo, poco a poco, en una de las favoritas de la audiencia y una potencial ganadora de este Gran Hermano VIP 7.
Según han ido pasando las semanas los espectadores han podido identificarse con su crisis de pareja con Hugo, su pena por haberse separado de su hijo de apenas unos meses y también su situación familiar, como por ejemplo el supuesto maltrato de una antigua pareja de su madre, a quien tanto ella como su hermano y su madre llegaron a tener "auténtico terror".
Ahora que se encuentra envuelta en uno de los culebrones más notables de este GH VIP, con su romance con el recién expulsado Gianmarco viento en popa, Adara ocupa titulares por doquier. Un amorío que podría consolidarse, siempre que ella decida abandonar definitivamente al padre de su hijo, tal y como le exigió el italiano antes de salir de la casa. Lo cierto es que ella, Adara, ya se había planteado muy seriamente dejar al uruguayo por su conducta antes de entrar en la casa. Según ella misma ha dejado caer, no solo Hugo se niega a trabajar sino que apenas siente atracción sexual por ella.
El secreto de Adara
Pero a ello se añade un último factor: este fin de semana, en Viva la vida, el colaborador José Antonio Avilés ha asegurado que Adara oculta a una tercera persona. Su interés amoroso no sería, por tanto, ni Gianmarco ni Hugo, sino un trabajador de Mediaset del que no se ha dado el nombre (todavía).
Esta persona "campa a sus anchas por los pasillos e instalaciones de Mediaset", y Adara y él se conocen desde hace "bastante tiempo", dijo Avilés citando como fuente una antigua amiga de la joven. La búsqueda de este tercer amante de Adara habría comenzado, dado que el colaborador se negó de momento a decir el nombre.
Eso lleva a un segundo capítulo, y es que Hugo está ahora mismo preparando una exclusiva con una revista donde desvelará más problemas ocultos. En esa entrevista se desvela, además de los problemas sentimentales, la precaria "situación económica por la que Adara y Hugo están pasando".
"Los negocios a él no le iban bien y ella había asumido parte de esos negocios. Había un pacto entre Adara y Hugo de entrar en la casa para intentar solventar las cuentas familiares. La decisión que ha hecho dar a Hugo esa exclusiva es que piensa que Adara se va a ir con otra persona y él no va a ver un duro. Las deudas lo están asfixiando".
La desconocida vida de Adara
La juventud de Adara, de 26 años, se vio marcada por la depresión de un allegado suyo. Tanto que, tras cumplir la mayoría de edad, tuvo que vivir en casa de su abuela, una época de la que sí guarda un excelente recuerdo. De ahí a su salto al modelaje solo había un paso.
Su etapa como modelo la llevó a desfilar en China e Indonesia durante tres y cuatro meses, respectivamente. Tras agotar esta etapa ejerció de azafata de vuelo durante dos años, algo que le encantó, ya que le permitió viajar por todo el mundo.
Establecida en Madrid junto a los suyos decidió probar suerte en el casting de Gran Hermano 17, hace tres años. Allí tuvo "feeling" con Pol Badía, un noviazgo que no duró pero que después encontraría continuación con otro miembro de GH, el uruguayo Hugo Sierra, ganador de GH Revolution. Tras ser expulsada de GH, donde se convirtió en una de las más guerreras de la edición, Adara volvió a dar muestras de su fuerte carácter y posó desnuda en Interviú.
Hugo se convertiría en su pareja y padre de su bebé Martín, nacido el pasado invierno. Una relación que ahora puede darse por finiquitada tras su flirteo en la casa con el italiano Gianmarco.
Aprovechando la estancia de Adara en la casa muchas exempleadas de la concursante han hablado para echar por tierra su imagen. "No podíamos salir ni al portal", dijo una trabajadora del centro de belleza que Adara abrió en Palma de Mallorca. Las empleadas han coincidido en sus declaraciones en condenar la actitud de su jefa, que exhibe una conducta poco menos que tiránica en su negocio.