Lucía Rivera y su madre Blanca Romero han coincidido derrochando, como es habitual, complicidad y cariño, demostrando de paso que la joven modelo ha heredado la elegancia y carisma ante la cámara de su madre.
Durante un evento de los centros de estética y belleza Centros Único, Lucía Rivera y Blanca Romero han ejercido de embajadoras hablando largo y tendido de su relación y desvelando también sus secretos de belleza. Además, la hija de Blanca y Cayetano Rivera se ha sincerado sobre la relación con sus padres, con su novio, Marc Márquez, o incluso Eva González.
Empezando por su padre, embarcado ahora en un tira y afloja con su hermano Fran Rivera, Lucía asegura que su relación no podía ser mejor. "Nos vemos poco, pero cuando nos vemos me dice me dice 'qué guapa estás', y yo 'ay, gracias papá'". La falta de tiempo es el principal impedimento a la hora de estar con Cayetano: "No tengo tiempo para ver a nadie, ni a mi hermano materno ni a mi hermano paterno, estoy que no paro, pero de él sé que está precioso. Lo vi hace un tiempo, es muy guapo", dijo sobre el nuevo miembro de la familia.
Mucho se ha hablado sobre su supuesta mala relación con Eva González, la esposa de Cayetano Rivera. Lucía se muestra totalmente sincera, y no cierra la puerta totalmente a nuevos rumores: "No es ni mala ni buena, es cordial, como debe de ser, no tenemos tiempo, trabajamos mucho las dos. Si tengo difícil ver a mi padre, imagínate ver a Eva, es muy trabajadora y eso lo admiro de ella".
"La gente imagina cosas, que la gente piense lo que tenga que pensar", añade Lucía. En términos generales, la joven modelo reflexiona que "es muy importante tener una vida privada y personal, pero aquí en este país no se respeta".
Con quien no existe ningún problema es con su madre Blanca Romero. "Mi madre confía mucho en mí, tiene una confianza extrema en mí. Sabe que me gusta mucho la moda, siempre me está ayudando y subiendo la autoestima y eso es muy importante porque las modelos estamos en continua comparación". Además –cuenta–, "mi madre me da la libertad absoluta. Ella me dice que si lo quiero hacer que lo haga y que ya decida yo si me arrepiento o no. Me gusta levantarme sola de los fallos que pueda tener".