Mila Ximénez ha hecho una de las grandes confesiones de la séptima edición de Gran Hermano VIP. A pesar de su accidentada entrada en la casa de Guadalix de la Sierra, a la que se negó a entrar por la gatera como el resto de concursantes y amenazó con abandonar tras ser mojada por los aspersores del jardín, la colaboradora de Sálvame finalmente se ha adaptado a la convivencia y ha comenzado a abrir su corazón frente a sus compañeros.
Durante una conversación con Alba Carrillo, Mila habló por primera vez sobre el gran amor de su vida: "¿Quién ha sido? Sin dar nombres. ¿Lo has tenido?", preguntó la modelo. "Sí, yo creo que ha sido él, el último, el que murió. De hecho yo no he vuelto a estar con nadie. Nunca supe si estábamos o no estábamos porque aparecía y desaparecía cuando le daba la gana. Era un tío que me encantaba todo lo que me contaba, era psiquiatra, tenía negocios, era súper interesante".
El hombre al que se refiere Mila es Rafael Aguilera, con el que mantuvo una relación durante más de diez años. Un importante empresario marroquí con el que la colaboradora vivió "sus mejores momentos". Rafael falleció de un infarto y sumió a Mila en una profunda tristeza de la que parece que no se ha recuperado. "Se murió de un infarto en un restaurante a 400 metros de mi casa. Me enteré por Kiko Hernández porque una chica le puso un mensaje diciéndole que me dijera que había muerto. Yo no me lo creía, pero sí. Luego me llamó la hija, llorando, dándome las gracias por lo feliz que le hice cuando estuvo conmigo", confesó.
Días después de la muerte de Rafael, Mila dedicó unas palabras desde el plató de Sálvame y una de sus columnas semanales en la revista Lecturas donde recordó lo importante que fue en su vida.