El fichaje de Irene Junquera ha sido una de las grandes sorpresas de la séptima temporada de Gran Hermano VIP. La periodista, que hace años renegó del concurso afirmando que le "apestaba", había trabajado anteriormente en programas deportivos y de entretenimiento muy alejados de la prensa del corazón y los realities. A pesar de las dudas iniciales con su fichaje, Irene ha sabido adaptarse perfectamente a la casa de Guadalix de la Sierra y la fauna que la habita.
Durante los últimos días, Irene se ha sincerado con sus compañeros y ha contado las razones que le llevaron a tomar la decisión de entrar en el reality: "No soy consumidora de esto, vi la edición del año pasado. Me gusta vivir cosas y estuve un año bastante chunga de curro y claro, yo me veía y decía: 'Me he ido de un grupo súper grande a otro y me he quedado aquí sin nada… Me sentía un poco estancada'", dijo refiriéndose a su paso de Atresmedia a Mediaset. "Viendo un día esto dije: 'Puede molar’'.
Con el paso de los días, define la experiencia como "brutal": "Otra cosa es lo que luego haya, pero me da igual porque eso es parte del juego". Aunque teme que el programa pueda afectar negativamente a su carrera como periodista, para Irene "el lugar donde estás no determina tu profesionalidad". "Si soy una periodista creíble y reputada en un ámbito no dejo de serlo por entrar aquí. La gente que piense eso sin verlo es gente con prejuicios".
La conversación de la excolaboradora de Zapeando con sus compañeros concluyó con su deseo de que la gente pueda conocerla: "Tengo una motivación laboral: que me conozca más gente. Abrirme a otro tipo de público y vivir la experiencia. Para mí esto es muy potente. Soy una imagen periodística y realmente van a conocer a Irene. Sé que me arriesgo, pero el que lo consuma me va a conocer más y mejor".