Kiko Rivera está de paso por Madrid por un tema profesional, tal y como él mismo me confesó cuando me lo encontré por la calle de manera casual. Cierto es que estuvo supercariñoso. Le pregunté por su familia y me dijo que estaban todos muy muy bien, y especialmente su madre Isabel Pantoja.
El hijo de Isabel Pantoja iba con unos amigos a cenar al restaurante que tiene Dabiz Muñoz en El Corte Inglés de la calle Serrano. En el transcurso de la conversación, me comentó que había estado unos días en Ibiza y que coincidió con Pocholo Martínez-Bordiú. Este le comentó que estaba alucinado con el libro de Cayetano Martínez de Irujo y que no entiende la razón de nombrarle en sus memorias. No sabía cuál era el contenido del mismo, y yo le recomendé que lo leyera. Lo que desconozco es si seguirá mi consejo, aunque me temo que no.
En su biografía, el hijo de doña Cayetana de Alba narra el infierno de adicciones que vivió durante más de cinco años y del que Pocholo formó parte: "Era carne de cañón para las drogas. Una modelo me llevó al lado oscuro. Me acerqué a las drogas y la coca me perturbó por completo (…) Pocholo era mi compañero. Íbamos con tres grupos de chicas (…) Entre Pocholo y yo manejábamos el cotarro. Él pegaba saltos y yo no había nacido para brincar por las pistas de las discotecas. Fueron cinco años de vorágine hasta que me planté y me hice una pregunta reiterativa: ¿Qué hago aquí?".
Además, estuvimos recordando cuando coincidimos en un programa de televisión, que apenas duró unas semanas. Desde que adelgazó, el aspecto del Dj ha cambiado de forma rotunda, para mejor.