Los reyes Felipe y Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, han visitado este jueves la Casa Museo de Son Marroig para conocer el valor cultural y paisajístico de este enclave situado en la mallorquina Sierra de Tramuntana. La finca que ha conocido la Familia Real fue propiedad del archiduque austríaco Luis Salvador (1847-1915) y desde ella se obtiene una de las mejores vistas de la costa norte de la isla. Esta visita sucede a otras excursiones que don Felipe y doña Letizia han protagonizado con sus hijas en los últimos años, como reyes y también como príncipes, para conocer lugares de interés turístico de Mallorca.
Al tratarse de un acto de carácter privado, a Son Marroig no les ha acompañado ningún cargo institucional y el recorrido lo han hecho con José María Sevilla y su hijo, miembros de la familia propietaria de la hacienda, que data del siglo XVI. Los reyes y sus hijas han comenzado la visita en el punto más icónico del emplazamiento: el templete jónico de mármol de Carrara, mirador privilegiado del Mediterráneo y de la pequeña península de Sa Foradada, con el peculiar agujero en la roca.
A continuación, se han desplazado a la zona del jardín y del estanque, desde donde han accedido a la masía para recorrer las salas del museo, el balcón y la torre cuadrada. La Casa de Son Marroig, catalogada como Bien de Interés Cultural, tiene como fin preservar el legado del archiduque Luis Salvador. El aristócrata se enamoró de Mallorca desde su primer viaje con veinte años y se convirtió en un divulgador de su patrimonio natural, lo que plasmó en obras como "Die Balearen", además de un precursor del turismo en la isla. De hecho, su prima, Sisí, emperatriz de Austria, estuvo dos veces en sus fincas de Mallorca a finales del siglo XIX.
La visita de los reyes, que se ha prolongado durante unos 45 minutos, ha tenido lugar a primera hora, antes de que el recinto se abriera al público. "No hace tanto calor como anoche", ha comentado don Felipe a los periodistas al inicio del recorrido después del bochorno que marcó la recepción a la sociedad balear en el Palacio de la Almudaina de la víspera. Sin embargo, en algunos momentos de su posado ante los medios gráficos, los cuatro no han podido evitar llevarse la mano a la frente para cubrirse del sol.
Felipe VI ha ido explicando también a sus hijas algunos detalles del edificio y de su entorno, rodeado de olivos, palmeras, frutales y plantas endémicas. La excursión la han completado en el monasterio de Miramar, en la localidad vecina de Valldemossa, aunque ya sin presencia de las cámaras. Este emplazamiento, que el archiduque también incorporó a sus propiedades, fue fundado en 1276 por el filósofo, poeta y teólogo mallorquín Ramon Llull, considerado uno de los creadores del catalán literario. A la muerte sin descendencia del aristócrata austríaco, sus haciendas pasarían a manos de su secretario, Antonio Vives, cuyos descendientes son los actuales dueños.
Sus llamativos looks
Para esta ocasión, la Reina ha escogido un vestido blanco con escote chimenea sin mangas que ha acompañado de un bolso que ya pudimos ver en su escapada al mercadillo de Pollença. Allí, Doña Letizia se dejó ver con un look de lo más informal con camisa y short que completó con un bolso con la tradicional tela mallorquina roba de llengües, lenguas de fuego.
Por su parte, la Infanta Sofía ha lucido un vestido blanco de Mango y su hermana, la Princesa Leonor, se ha decantado por un diseño tie-dye de lino de Massimo Dutti rebajado a 25,95€. Dos looks que han combinado a la perfección con los de sus padres, por un lado han lucido el blanco más acorde con las islas, y por otro, el azul Borbón con la camisa del Rey y el diseño de Leonor.